El Pentágono confirmó en la noche del jueves (madrugada del viernes en medio oriente) que Estados Unidos ejecutó el bombardeo que acabó con la vida del hombre más poderoso dentro de la estructura militar iraní, Qassem Soleimani.
“Por orden del presidente, el ejército estadounidense ha tomado medidas defensivas decisivas para proteger al personal estadounidense en el extranjero al matar a Qasem Soleimani”, indicó el departamento de Defensa, liderado por el secretario Mark Esper, en un comunicado.
Y agregó:“(Soleimani) se encontraba desarrollando activamente planes para atacar tropas y diplomáticos estadounidenses en la región. El general Soleimani y las fuerzas Quds fueron responsables por las muertes de cientos de estadounidenses y miembros de servicio de la coalición y las heridas de miles más”. Pocos minutos antes, el presidente Donald Trump había publicado en su cuenta de Twitter una foto de la bandera estadounidense.
La Guardia Revolucionaria iraní, por su parte, describió al general como un “mártir”, aseguró que “su sombra estará presente” y advirtió: "Sabrá defenderse sobre sus enemigos.
“Los Guardianes de la Revolución anuncian que el glorioso comandante del islam, Haj Qasem Soleimani, después de una vida de servidumbre, murió en mártir en un ataque de Estados Unidos contra el aeropuerto de Bagdad esta mañana”, agregaron en una declaración leída en la televisión pública iraní.
Durante la tarde del jueves, Esper había advertido que las milicias aliadas de Irán, que habían llevado a cabo una serie de ataques a posiciones de Estados Unidos en el país, incluyendo un asedio a la embajada, lamentarían sus acciones y abrió la puerta a la adopción de “acciones preventivas”.
La ya tensa situación se exacerbó la semana pasada cuando un ataque con más de 30 cohetes contra la base militar K1 de Kirkuk, en el norte de Irak, provocó la muerte de un contratista estadounidense y dejó varios heridos entre los militares de Estados Unidos e Irak que se encontraban en las instalaciones.
En retaliación, Estados Unidos llevó a cabo “ataques defensivos” en Irak y Siria contra KH, que causaron la muerte de al menos 25 personas. Ello llevó al asedio a la legación diplomática, que solo se levantó el miércoles. Menos de dos días después, la administración de Donald Trump llevó a cabo el ataque que terminó con la vida del jefe militar más importante de Irán.
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