Rick Gates, ex funcionario de la campaña de Donald Trump, se declaró culpable de dos cargos criminales como parte de la amplia investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la intromisión rusa en las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos.
Gates fue condenado el martes a cumplir 45 días en prisión y a pagar una multa de USD 20.000 por su participación en un esquema criminal de financiamiento y por mentirle a un fiscal federal, informó The New York Times. De 47 años, Gates podrá cumplir la pena de manera intermitente los fines de semana, si así lo prefiriera. Además, fue sentenciado a tres años de libertad condicional y 300 horas de servicio comunitario.
“Lamento mucho los errores que he cometido y he trabajado duro para honrar mi compromiso de hacer las paces”, le dijo a la jueza Amy Berman Jackson del Tribunal del Distrito Federal en el Distrito de Columbia.
Abogados expertos en el caso aseguraron a The New York Times, que la decisión de Gates que cooperar con Robert Mueller fue “un punto de inflexión” para la investigación sobre la interferencia rusa en las elecciones de 2016. Thomas C. Green, abogado de Gates, calificó la cooperación de su cliente durante casi dos años como “un esfuerzo increíble de redención”.
De acuerdo con un artículo de CNN, el acuerdo de culpabilidad de Gates puso en el centro de la atención al ex presidente de la campaña de Trump, Paul Manafort. Gates fue la mano derecha de Manafort durante una década. Además, tuvo acceso a la mayoría, si no a todas, de las actividades de él durante la campaña y se quedó en la órbita de Trump después de su renuncia.
Manafort, por su parte, se declaró inocente de todos los cargos en su contra. Además, según la cadena CNBC, un fiscal aseguró que en la audiencia en la que Gates admitió su culpabilidad, Manafort le pidió que no se declare culpable.
Tanto Gates como Manafort fueron acusados originalmente de delitos financieros relacionados con su trabajo de consultoría para un partido político pro-Rusia en Ucrania, previo a que asumieran su en la campaña de Trump. Después de acordar colaborar con Mueller, se reunió con el equipo del fiscal y con miembros de la oficina de otros fiscales federales al menos 50 veces, durante más de 500 horas.
Luego testificó en el juicio de Manafort en 2018 y en el juicio del amigo de Trump, Roger Stone, a principios de este año. Ambos fueron condenados: Manafort está cumpliendo una sentencia de prisión de siete años y medio por múltiples delitos, mientras que Stone espera sentencia por mentirle al Congreso y manipular testigos.
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