Ashley LeMay, una enfermera del condado de Desoto, Mississippi, compró la cámara de seguridad Ring como una forma para vigilar a sus tres hijas mientras trabajaba en el horario nocturno; pero su familia recibió un gran susto cuando un hacker se infiltró en el sistema y molestó a una de las niñas.
Compró la cámara durante el Black Friday, después de que otra madre la hubiera recomendado y varios de sus vecinos también las instalaran, nadie tuvo algún problema antes.
Para LeMay, que trabaja largos horarios en el laboratorio de un hospital, las cámaras no solo le dieron “tranquilidad” sino que también ayudaron a sus hijas a sentirse seguras.
Ring se ha asociado con 400 unidades policiales, ampliando las extensión de vigilancia en varios estados.
“Era genial poder hablar con ellas. Cuando iba a trabajar, les decía: ‘Te amo, buenas noches’. Simplemente nos hizo sentir que estábamos cerca”.
Pero tan solo cuatro días después de su instalación, el 4 de diciembre, esa sensación de seguridad se tornó en preocupación terror cuando un extraño vio y habló con sus hijas en la “seguridad de su propia casa”.
Había instalado una cámara en el cuarto de su hija más pequeña y otra en la recámara de las niñas más grandes para vigilarlas e interactuar con ellas. Las cámaras eran de la marca Ring, propiedad de Amazon.
Poco después de las 20 horas, las dos cámaras comenzaron a transmitir en vivo la canción Tiptoe Through the Tulips en la versión de Tiny Tim, el tema que apareció en una escena de la película de terror de 2010 Insidious. En ese momento su esposo estaba en casa con los niños.
La hija de ocho años de LeMay, Alyssa, dijo que escuchó fuertes ruidos provenientes de su habitación. Fue a buscar el origen de la música y en un principio pensó que eran sus hermanas, pero no, la voz de un hombre le dijo: “Hola”.
La niña estaba sorprendida, no era la voz de su padre y no había nadie en su habitación. El sujeto comenzó a decirle insultos raciales pero tras asustarla, le dijo que era Papá Noel (Santa Claus) y le preguntó que si quería ser su amiga.
Le dijo que podía portarse mal y hacer lo que quisiera como desordenar su cuarto y romper su televisión.
“Ni siquiera puedo expresar con palabras lo mal que me siento y lo mal que se sienten mis hijas. Hice exactamente lo contrario de agregar otra medida de seguridad. Las puse en riesgo y no hay nada que pueda hacer para tranquilizarlas. No puedo decirles que sé quién es. No puedo decirles que no van a aparecer en nuestra casa en medio de la noche. Pudieron haberlas visto dormir, cambiarse. Pudieron haber visto todo tipo de cosas”, dijo la madre de Alyssa, Ashley LeMay, al portal The Washington Post el jueves.
¿De dónde vino la vulnerabilidad del sistema?
El incidente de la familia de LeMay no es un caso único, se han reportado otros casos de hackers relacionados con cámaras de seguridad Ring en Georgia, Florida y Texas. En respuesta a esto, la compañía emitió un comunicado reconociendo que toman "muy en serio la seguridad de los clientes y de los dispositivos”.
"Si bien todavía estamos investigando este problema y estamos tomando las medidas adecuadas para proteger nuestros dispositivos en función de nuestra investigación, podemos confirmar que este incidente no está relacionado de ninguna manera con una violación o compromiso de la seguridad de Ring", dijo la compañía.
Ring culpó a los hackers que “a menudo reutilizan credenciales robadas o se infiltran en otros servicios”, y se aprovechan de los clientes que “usan el mismo nombre de usuario y contraseña para sus diversas cuentas y suscripciones”.
Las respuestas de la compañía, dijo, la dejaron frustrada. En lugar de responder a sus preguntas sobre si el hackeo fue realizado localmente o por alguien lejano, dijo LeMay, un representante de Ring mencionó repetidamente cómo la familia no configuró la autentificación de dos factores como una medida de seguridad adicional.
“El hecho de que simplemente continúen dando a los clientes la misma declaración general, es como si no parecieran preocuparse en absoluto”, dijo. “Para ser honesta, parecía que estaban tratando de echarme la culpa a mí. Como madre, ya me siento lo suficientemente culpable como para dejar que esto le pase a mi familia", explicó Ashley, la madre de cuatro niños.
“Lo que nos da tanto miedo es que a esta persona no le importaba que fuera una niña pequeña. Quienquiera que fuera, no se detuvo hasta que desconectamos las cámaras. No sabemos hasta dónde habría llegado”, reiteró, y añadió que las niñas ya no quieren dormir en su habitación solas.
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