El principal regulador del transporte aéreo estadounidense frustró este miércoles las esperanzas de Boeing de que su 737 MAX volviera a volar este año, nueve meses después de prohibir la circulación de esos aviones que protagonizaron dos accidentes mortales en octubre de 2018 y marzo de 2019.
En una entrevista previa a una audiencia en el Congreso de Estados Unidos, el jefe de la Administración Federal de Aviación (FAA), Steve Dickson, dijo a la cadena CNBC que el avión no será autorizado a volar antes de 2020.
El proceso para aprobar el regreso del MAX a los cielos aún tiene 10 u 11 hitos por completar, incluido un vuelo de certificación y un período de debates públicos sobre los requisitos de capacitación de pilotos, indicó Dickson: “Si haces los cálculos, se extenderá hasta 2020”.
El MAX ha estado en tierra desde marzo tras el segundo de los dos accidentes que mataron a un total de 346 personas.
Boeing aspiraba a obtener la aprobación regulatoria este mes, y que los vuelos se reanudaran en enero.
Dickson, no obstante, aclaró: “He dejado muy claro que el plan de Boeing no es el plan de la FAA”. Y agregó: “Vamos a mantener la cabeza baja y apoyar al equipo para que este informe se haga bien”.
Una actuación cuestionada
Muchas de las preguntas del Comité de Transporte de la Cámara de Representantes a la FAA se centraron en averiguar por qué la agencia no actuó de forma más contundente tras la primera de las dos catástrofes aéreas del 737 MAX.
Boeing y la FAA recibieron muchas críticas después de los accidentes, por su respuesta a los problemas con la aeronave, entre ellos el sistema de estabilización MCAS.
En lugar de suspender los vuelos tras el accidente de la aerolínea Lion Air en el mar de Java, en octubre de 2018, la FAA decidió pedir a Boeing que revisara el MCAS bajo la supervisión del regulador aéreo estadounidense.
La agencia dio también unas pautas a la tripulación de los 737 MAX sobre cómo responder a posibles fallos del sistema de estabilización, que los pilotos no habían logrado controlar durante la catástrofe de Lion Air.
En la audiencia de este miércoles, el congresista demócrata Peter DeFazio, que dirige la investigación en la Cámara Baja, citó un análisis interno de la FAA en el que se indicaba que, si no se arreglaban los fallos del MCAS, el Boeing 737 MAX podría sufrir 15 accidentes similares al de Lion Air durante su vida útil.
La cifra es muy superior a la de los demás aviones y los expertos aeronáuticos la consideran inaceptable.
Dickson, que llegó al regulador aéreo este verano boreal tras los dos accidentes, dijo desconocer quién había leído ese informe interno, pero aseguró que las decisiones de la agencia tras lo ocurrido en el mar de Java se basaron en los datos de los que disponía la FAA.
“No sabíamos cuáles eran las causas” del accidente de Lion Air, reconoció Dickson. “Obviamente el resultado no es satisfactorio”, añadió cuando se le preguntó si la agencia se había equivocado.
El congresista DeFazio contestó que la respuesta de la FAA no solamente había sido insatisfactoria, sino que había sido “catastrófica”.
El Comité de Transporte interrogará también a Edward Pierdon, un ex directivo de Boeing que había avisado a los altos cargos de la compañía aeronáutica de que problemas de producción estaban poniendo la seguridad del avión en entredicho.
Michael Collins, un ex ingeniero de seguridad de la FAA, que criticó la decisión del regulador de delegar algunas de sus misiones a Boeing, también testificará en el Congreso.
La demora en permitir que el MAX reanude los vuelos ha llevado a Boeing a reducir la producción de su avión más vendido, mientras se encuentran suspendidas las entregas de nuevos aparatos.
Con información de AFP
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