Estados Unidos está evaluando enviar hasta 14.000 soldados adicionales a Medio Oriente para hacer frente a la amenaza del régimen de Irán, de acuerdo a lo informado este miércoles por el diario The Wall Street Journal.
El despliegue incluiría otras “decenas” de barcos y duplicará el número de tropas agregado a las fuerzas estadounidense en la región desde principios de año, indicó el periódico norteamericano, citando a funcionarios estadounidenses no identificados.
Asimismo, detalló que el presidente Donald Trump podría tomar una decisión sobre el aumento de tropas este mismo mes.
Un portavoz del Pentágono se negó a comentar la información a la agencia AFP.
Según The Wall Street Journal, John Rood, principal funcionario de políticas del Pentágono, insinuó este miércoles la posibilidad de despliegue ampliado para contrarrestar a Irán. Si bien sostuvo que no se ha tomado una decisión sobre capacidades adicionales, deseó que la situación siga siendo fluida: "La disuasión es dinámica, nuestra respuesta será dinámica”. Oficiales de alto rango, como el general McKenzie, del Comando Central, y el presidente del Estado Mayor Conjunto, el general del ejército Mark Milley, han manifestado se apoyo.
La medida se produciría tras una serie de ataques contra buques de transporte y un ataque con drones y misiles contra instalaciones petroleras en Arabia Saudita en septiembre, agresiones que se atribuyen a Irán.
Washington ya aumentó su presencia militar en el Golfo y amplió las sanciones económicas contra Teherán, elevando las tensiones en toda la región.
A mediados de noviembre, el portaaviones estadounidense Abraham Lincoln navegó por el Estrecho de Ormuz en una demostración de fuerza destinada a tranquilizar a los aliados preocupados por la amenaza iraní.
En octubre, el secretario de Defensa, Mark Esper, anunció que se enviarían dos escuadrones de combate y baterías adicionales de defensa antimisiles a Arabia Saudita, para conformar un total de aproximadamente 3.000 nuevas tropas.
Rebecca Rebarich, portavoz del Pentágono, recordó que Trump “ha dicho durante años que no quiere pelear nuevas guerras en el Medio Oriente”. Como parte de esa política, el año pasado el presidente norteamericano ordenó la retirada de 2.000 soldados estadounidenses del noreste de Siria. Pero finalmente dejó a la mitad para hacer frente a los terroristas del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), y respaldar a los aliados kurdos.
El miércoles por la mañana, el presidente iraní Hassan Rohani dijo que su país estaría dispuesto a volver a la mesa de negociaciones sobre su programa nuclear si primero Estados Unidos cancela las sanciones, que han obstaculizado la economía del país y pueden haber contribuido a la reciente crisis interna por los aumentos de los precios del combustible.
Con información de AFP y The Wall Street Journal
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