El enviado especial de Estados Unidos a Irán estimó el jueves que el régimen de Teherán “pudo haber matado a más de 1.000 personas” desde el inicio de las protestas en ese país, mientras que otros miles han resultado heridos y arrestados.
“No podemos tener certezas, porque el régimen bloquea la información”, dijo Brian Hook, el enviado de Washington en Teherán, quien agregó que “varios miles de iraníes han sido heridos y al menos 7.000 manifestantes han sido detenidos”.
Las protestas estallaron el 15 de noviembre en el país persa, que está bajo amplias sanciones de Estados Unidos, después de que el gobierno de Hasan Rohani subió abruptamente los precios del combustible en un 300%. Las multitudinarias manifestaciones, que fueron brutalmente reprimidad por las fuerzas de seguridad, se extendieron a más de 100 ciudades y pueblos.
Hook señaló que la respuesta represiva del régimen demostró que Irán ha tenido que depender de la fuerza bruta y que estaba perdiendo apoyo incluso desde su base tradicional de clase trabajadora.
“Esta es la peor crisis política que el régimen ha tenido que enfrentar en sus 40 años”, consideró el enviado norteamericano.
El número de muertos aportado por la delegación norteamericana es mucho mayor que la cifra de 208 estimada por Amnistía Internacional, que aclaró que el índice de asesinados podría ser más alto, pero que fue cauteloso debido a las dificultades para verificar la información.
Estados Unidos, que considera al régimen de Irán como la mayor amenaza en Medio Oriente, hizo un llamado a los iraníes a eludir las restricciones de internet para difundir imágenes de las protestas.
Hook detalló que el país había recibido fotos o videos de 32.000 personas, y estaba basando sus estimaciones en esa información, así como en informes de grupos externos. Asimismo, comentó que las autoridades norteamericanas han visto un video de un incidente en el que más de 100 personas fueron asesinadas a tiros.
El régimen iraní calificó los altos índices de muertes reportados por fuentes extranjeras como “mentiras absolutas” y hasta el momento ha confirmado solo cinco muertos: cuatro miembros de la fuerza de seguridad que habrían sido asesinados por “alborotadores” y un civil.
Nuevo buque interceptado por EEUU
Hook también anunció este jueves que Estados Unidos confiscó un gran cargamento de armas iraníes destinadas a los rebeldes hutíes de Yemen, lo que denunció como una violación de un embargo de armas de la ONU.
Un buque de guerra estadounidense interceptó el barco el 25 de noviembre por la costa de Yemen y encontró “armas sofisticadas” de origen iraní, incluidos misiles terrestres, antitanques y de defensa aérea, detalló el enviado especial de Estados Unidos en Irán.
“Este descubrimiento es una prueba más de los esfuerzos de Irán para foguear los conflictos en la región mediante la proliferación de armas mortales entre sus aliados”, dijo a periodistas.
“También es evidencia de cómo Irán viola repetidamente el embargo de armas de Naciones Unidas, que ha estado en vigor por más de una década”, agregó, en alusión a la prohibición del Consejo de Seguridad en 2007 a las exportaciones de armas a Irán.
El régimen chiita apoya a los rebeldes hutíes, que se han apoderado de la mayor parte de Yemen a pesar de una respuesta liderada por Arabia Saudita, aliado estadounidense.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha respaldado a Arabia Saudita incluso al vetar un intento del Congreso para poner fin a la asistencia estadounidense, a pesar de las amplias críticas a la campaña aérea de Riad, que ha incluido ataques contra hospitales y un autobús escolar.
Hook también anunció que el Departamento de Estado está ofreciendo una recompensa de 15 millones de dólares por información sobre Abdul Reza Shahlai, un oficial superior de la fuerza de élite Quds de Irán que supuestamente opera desde Yemen. El oficial ya enfrenta sanciones estadounidenses por un supuesto complot para matar al embajador saudí en Washington.
Con información de AFP
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