Melania Trump fue abucheada al subir al escenario en un evento de jóvenes en Baltimore el martes, una recepción inusualmente hostil para una primera dama estadounidense. Los abucheos sostenidos, que enmarcaron sus comentarios y fueron interrumpidos por algunos aplausos, se suman a una serie de recepciones negativas para el presidente Donald Trump y su esposa en eventos públicos recientes.
El republicano está buscando la reelección en noviembre de 2020, mientras avanza una investigación por un pedido de juicio político en su contra en el Congreso. Antes de Baltimore, aficionados del béisbol lo abuchearon en un juego de la Serie Mundial en octubre en Washington. Días después, fue recibido con una mezcla de vítores y silbidos en un evento de artes marciales mixtas en la ciudad de Nueva York. Las tres ciudades son fuertemente demócratas.
La primera dama habló el martes sobre la adicción a los opioides en la Cumbre Juvenil B’More organizada por la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos y la Fundación Juvenil Mark Wahlberg, un grupo sin fines de lucro fundado por el actor. “Hola a todos”, dijo mientras intentaba hablar a través de los gritos al comienzo de sus breves declaraciones.
“Sé que cada uno de ustedes tiene esperanzas y sueños para el futuro, ya sea ir a la universidad, unirse al ejército o practicar un deporte. Su futuro será determinado por las decisiones que tomen”, dijo Melania. “Consumir drogas sólo los retrasará y evitará que alcancen esos objetivos”.
Los abucheos disminuyeron por un momento, pero luego se reanudaron cuando dijo a la audiencia: “Les deseo a todos un Feliz Día de Acción de Gracias. Que Dios los bendiga a ustedes, a sus familias y a Estados Unidos de América”.
Melania publicó un comunicado horas después de haber regresado a la Casa Blanca, en el que defendió el principio de libertad de expresión. Además, reafirmó su compromiso con el tema que la llevó a Baltimore.
“Vivimos en una democracia en donde todos tienen derecho a tener una opinión, pero el hecho es que tenemos una seria crisis en nuestro país y sigo comprometida a educar a los jóvenes sobre los peligros y consecuencias mortales del abuso de drogas”, dijo.
Donald Trump tiene pocos amigos en Baltimore, una ciudad a la que calificó de “repugnante” e “infestada de roedores” en el verano boreal durante una guerra de palabras con el fallecido congresista Elijah Cummings, un duro crítico de las políticas del mandatario. Una serie de protestas recibieron al presidente durante una visita en septiembre a la ciudad ubicada 60 kilómetros al norte de Washington.
Por su parte, la primera dama está levantando el perfil público para apoyar programas que cree que pueden ayudar a los jóvenes, ya sea enseñándoles a ser positivos en internet o evitando el abuso y adicción a las drogas.
Con información de Reuters y AP
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