Un juez federal de los Estados Unidos ordenó este jueves al Gobierno iraní pagar 180 millones de dólares al periodista del diario The Washington Post Jason Rezaian en compensación por los daños causados durante los 18 meses que estuvo detenido en el país persa.
El magistrado Richard J. Leon explicó que la condena, de carácter simbólico, desalentaría futuros intentos de secuestro contra ciudadanos estadounidenses.
Rezaian, con nacionalidad iraní y estadounidense, fue liberado en enero de 2016, un año y medio después de su arresto en julio de 2014 junto a su esposa y dos amigos, a cambio de la retirada de cargos por parte del Gobierno del ex presidente Barack Obama a siete iraníes -seis de ellos con doble nacionalidad- condenados o pendientes de juicio por delitos relacionados con el embargo económico contra ese país.
La esposa de Rezain fue liberada tras dos meses de detención, mientras que él fue acusado por Irán de espiar para Estados Unidos, por lo que pasó 544 días en la cárcel de Evin, en el norte de Teherán, donde sufrió malos tratos, entre ellos la privación de sueño y amenazas de muerte, mutilación y desmembramientos.
Su liberación tuvo lugar el 16 de enero de 2016, el primer día de la aplicación del acuerdo de Viena, firmado para garantizar el carácter pacífico del programa nuclear iraní, del que se retiró Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump.
Leon ha clausurado así un proceso legal que se inició con una demanda que el periodista interpuso contra el Ejecutivo iraní ante la corte del Distrito de Columbia, Estados Unidos, nueve meses después de su liberación. Irán no ha respondido a la demanda del magistrado.
En la demanda, Rezaian alegaba que fue retenido con el fin de influir en las negociaciones nucleares que culminaron en julio del 2015 con un pacto entre Teherán y las potencias del Grupo 5+1 (EEUU, Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania).
El abogado del periodista, David Bowker, dijo al Washington Post que la familia había pedido USD 44 millones en ‘daños compensatorios’, y USD mil millones en 'daños punitivos’ para obligar a las autoridades iraníes a “recalcular los costos y beneficios” del uso de rehenes y del terrorismo como herramientas diplomáticas.
Entrevistado por medios internacionales, Rezaian -quien antes del episodio era el corresponsal en Teherán para The Washington Post- había dicho en febrero que se había sentido como “un peón” en un juego de ajedrez mundial, cuyo “valor” dependía de los resultados de las negociaciones sobre el programa nuclear.
Así, la corte instó a Irán pagar al denunciante 23,8 millones de dólares en compensación por los daños, el dolor, el sufrimiento y las pérdidas ocasionadas. Además, impuso una compensación de 2,7 y 3,1 millones de dólares para el hermano y la madre del afectado respectivamente, así como una compensación de 150 millones de dólares al conjunto de la familia.
“Mantener a un hombre como rehén y torturarlo para ganar poder en unas negociaciones con Estados Unidos es indignante, merecedor de castigo y requiere de disuasión”, escribió Leon en un documento de 30 páginas.
El fallo de la Justicia se produce en un momento complejo de las relaciones entre Estados Unidos e Irán, rotas desde la revolución iraní ocurridas hace 40 años. Tras el retiro el año pasado del acuerdo nuclear alcanzado en 2015, la administración de Donald Trump intensificó la aplicación de sanciones contra la economía de Irán. Sin embargo, el régimen sigue mostrándose desafiante e incumpliendo sus compromisos.
El viernes, el Departamento del Tesoro agregó al ministro de información de Irán a su lista de funcionarios del régimen sancionados, citando su papel en la limitación del acceso a Internet en medio de protestas de esta semana contra el alza del precio de los combustibles, en las que murieron más de un centenar de personas.
Al menos otros cinco ciudadanos estadounidenses, algunos de ellos con doble nacionalidad, se encuentran actualmente detenidos en Irán. Estados Unidos ha dicho que los cargos en contra de esas personas son infundados y, por tanto, los considera rehenes del régimen iraní. Teherán, por su parte, ha insistido en reiteradas oportunidades en la realización de un intercambio de prisioneros.
Rezaian fue corresponsal para The Washington Post en Teherán desde 2012 hasta 2016, y en la actualidad se desempeña en la sección de Opiniones Globales.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: