Estados Unidos recuperó cerca de 110.000 kilómetros cuadrados del territorio que ISIS tenía anteriormente en países como Siria e Irak. A partir de estas acciones también se liberaron a un aproximado de 7.7 millones de hombres, mujeres y niños en aquella zona, de acuerdo con el informe anual sobre el terrorismo en el mundo, realizado por el Departamento del Estado.
La forma en que han ejercido presión sobre el terrorismo respaldado por Irán ha sido a partir de la ampliación significativa de las sanciones de actores y representantes estatales iraníes, así como de la construcción de una voluntad política internacional con mayor fuerza para contrarrestar esas amenazas.
A pesar de lo anterior, las autoridades estadounidenses aún son conscientes de que el panorama en este tema fue complejo durante el 2018. Si bien ISIS perdió buena parte de su territorio, “el grupo demostró su capacidad de adaptación, especialmente a través de sus esfuerzos para inspirar o dirigir seguidores en línea”, explicó Nathan A. Sale, coordinador de contraterrorismo del Departamento de Estado de los EEUU.
En ese sentido detalló que cientos de personas parte de ISIS que han sido capturadas y detenidas, también han sido repatriadas y enjuiciadas. Incluso aceptó que los Estados Unidos han presionado a otros países para tomar las mismas medidas en sus territorios.
Respecto a los terroristas locales, mismos que se han visto inspirados por la ideología de ISIS, Sale destacó su capacidad para atacar los corazones de los países, pues ejecutan sus planes en contra de objetivos blandos como restaurantes, hoteles u otros espacios públicos como el mercado navideño en Estrasburgo, Francia, en donde hubo un tiroteo en diciembre de 2018.
Uno de los señalamientos más relevantes que se puede leer en el informe anual sobre el terrorismo en el mundo es que Irán aún es la principal nación que se encarga de patrocinar el terrorismo a nivel global, pues ha gastado cerca de mil millones de dólares por año para “apoyar a grupos terroristas que sirven como representantes para la expansión de su influencia maligna en el mundo”.
Otro de los puntos importantes del informe es que debido a los reveses que ha sufrido ISIS, Al-Qaeda apunta a restablecerse como la vanguardia del movimiento yihadista global a pesar de los esfuerzos que los gobiernos estadounidenses han implementado desde el 11 de septiembre de 2011.
Según el documento, las tácticas terroristas relacionadas con el uso de la tecnología evolucionó a lo largo del 2018, lo cual presentó importantes desafíos para la comunidad antiterrorista internacional. Ejemplo de ello es el crecimiento en el uso de drones disponibles de manera comercial, así como los servicios de comunicación encriptada.
A pesar de las dificultades, a lo largo del año pasado, el Departamento de Estado completó 51 acciones de designación contra grupos y personas terroristas, mientras que el Departamento del Tesoro completó 157 designaciones de terrorismo; todas esas fueron acciones “críticas” para cortar el flujo de recursos que habrían podido ser usado para cometer ataques terroristas.
Según Nathan Sale, durante el 2018 Estados Unidos también se alió a una serie de socios internacionales, los cuales van desde gobiernos hasta líderes religiosos locales y también compañías tecnológicas con el objetivo de contrarrestar la radicalización y el reclutamiento de personas a grupos terroristas de manera digital o real.
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