El rey de Tailandia, Maha Vajiralongkorn, decidió el despido de cuatro de los guardias reales, dos de ellos por “adulterio”, apenas una semana después de despojar de títulos a la concubina oficial por “deslealtad”.
De acuerdo con una nota del palacio real, dos de los guardias “cometieron actos inapropiados y adulterio”. Los otros dos guardias reales no lograron alcanzar los estándares esperados para esa función y fueron despedidos sumariamente y sin compensación.
La semana pasada, otros seis oficiales de Palacio, incluidos policías, militares y otros trabajadores, como la encargada de los perros y otros animales, fueron cesados por indisciplina y beneficiarse personalmente de sus puestos, según la Gaceta Real.
“Desleal”, “ambiciosa” e “ingrata” fueron los adjetivos usados por otro comunicado real al anunciar la retirada del título de consorte real y otros cargos militares y reales de Niramon Ounprom, que perdió el derecho a usar el nombre de noble, Sineenat Wongvajirapadki y desde entonces se desconoce su paradero.
La familia real tailandesa es protegida por una ley sobre difamación que torna virtualmente imposible cualquier escrutinio del gobierno desde el interior del reino. Sin embargo, las recientes purgas en el palacio real ofrecen una visión poco común de la monarquía.
Una antigua enfermera en un hospital militar, Niramon fue nombrada el pasado julio “noble consorte real” (“Chao Khun Phra”), un título que no se había usado en casi cien años en Tailandia. Este nombramiento tomó por sorpresa a la población, ya que en mayo Vajiralongkorn se había casado sin previo aviso, a tres días de su coronación, con la actual reina Suthida, una antigua azafata de vuelo.
La consorte y la reina formaban parte del cuerpo de élite de seguridad del monarca, con el que compartían una relación sentimental.
El rey, que desde su ascenso al trono ha ampliado sus poderes y control sobre el dinero y seguridad de la Casa Real, se ha casado en cuatro ocasiones y tiene siete hijos de estas uniones.
Tailandia tiene una de las leyes de lesa majestad más duras del mundo, que imposibilita cualquier debate público sobre las decisiones del monarca y que prevé penas de entre 3 y 15 años de prisión por difamar, insultar o amenazar al rey, la reina, el príncipe heredero o miembros de la Casa Real. En el pasado, los monarcas tailandeses eran polígamos, práctica que se abandonó en el siglo XX y fue abolida legalmente en 1935.
(Con información de EFE y AFP)
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