Recep Tayyip Erdogan declaró este miércoles que el reconocimiento del “genocidio armenio” por parte de la Cámara de Representantes de Estados Unidos no tiene “ningún valor” para su país.
“Me dirijo al público estadounidense y al resto del mundo: esta medida no tiene ningún valor. No la reconocemos”, dijo Erdogan en un discurso ante los diputados de su partido en Ankara.
“En nuestra fe (musulmana), el genocidio está prohibido. Vemos esta acusación como el más grande insulto”, agregó el presidente turco.
El martes, la Cámara de Representantes de Estados Unidos adoptó una resolución que llama a “conmemorar el genocidio armenio”, a “rechazar los intentos de asociar al gobierno estadounidense a la negación del genocidio armenio” y a educar sobre esos hechos.
Una treintena de países y la mayoría de los historiadores reconocen el genocidio armenio. Según las estimaciones, entre 1,2 millones y 1,5 millones de armenios murieron durante la Primera Guerra Mundial a manos de las tropas del Imperio otomano, entonces aliado de Alemania y del Imperio austrohúngaro.
Pero Turquía, heredera política del Imperio otomano, rechaza el uso de la palabra "genocidio" y habla de masacres recíprocas en un contexto de guerra civil y de hambruna que causó cientos de miles de muertos entre los turcos y los armenios.
El miércoles, el gobierno turco convocó al embajador estadounidense en Ankara, David Satterfield, para protestar por la “decisión sin fundamentos jurídicos”.
El reconocimiento de "genocidio", así como la adopción de un texto sobre la ofensiva turca en Siria, ocurren en momentos en que las relaciones entre Washington y Ankara, aliados en la OTAN, son turbulentas.
La operación lanzada por Turquía el 9 de octubre en el noreste de Siria contra una milicia kurda apoyada por Estados Unidos provocó el malestar de representantes estadounidenses.
(Con información de AFP)
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