China lanzó una nueva guía de “moralidad” para sus ciudadanos, que abarca desde la educación cívica y cómo los padres deben enseñar a sus hijos a separar la basura, hasta qué protocolos son apropiados para izar la bandera nacional.
El "Esquema para la Implementación de la Construcción Moral de los Ciudadanos en la Nueva Era” -como fue bautizada esta nueva guía- contiene un llamado a los ciudadanos chinos a ser honestos y educados, a comportarse de forma “civilizada” cuando cenan, viajan o miran una competencia deportiva, y a “defender el honor de China” en el extranjero, consignó en un artículo el diario británico The Guardian.
El manual, enfocado en la promoción del patriotismo, también hace un detalle pormenorizado de un protocolo nacional para cuestiones tales como cantar el himno nacional, izar la bandera nacional o ceremonias como las reuniones del gobernante Partido Comunista chino (PCCh).
Dicho protocolo debería servir para “mejorar la actitud de los ciudadanos hacia el partido y hacia el país y organizar un sentido colectivo de identidad y de pertenencia", dice el documento, publicado por el comité central del partido y el consejo de estado. Además, llama a los ciudadanos a “llevar adelante el espíritu de Lei Feng”, un ex soldado que ha sido muy utilizado en campañas de propaganda del partido desde la década de 1960.
Carl Minzner, académico de China y profesor de derecho en la Fordham Law School en Nueva York, explicó a The Guardian: “El objetivo general de estas pautas es definir cuál de los comportamientos es un comportamiento ‘bueno’ y cuál no, y eso incluye todo: desde las lecciones éticas que quieren que los niños internalicen, como las historias de Peppa Pig, pasando por conceptos más políticos de la virtud cívica, hasta la forma en que los ciudadanos deben pensar en su relación con respecto a los líderes".
Publicado el domingo tras una reunión de los líderes del Partido Comunista llamado el Cuarto Pleno y que se celebró el Beijing, la guía recogió varios de los conceptos volcados por Xi Jinping en su exposición. El líder se enfocó en el apuntalamiento de la legitimidad política del país en momentos en los que enfrenta severos desafíos ante las protestas Hong Kong, la desaceleración de la economía y una guerra comercial prolongada con los Estados Unidos.
“En el contexto de cambios profundos en la situación internacional y en la nacional, y de cambios profundos en el desarrollo económico y social de China ... las políticas, las regulaciones y la gobernanza social todavía no son suficientes”, dice el documento en su introducción. “Todavía hay muchos problemas”, agrega.
Lo más importante entre las nuevas pautas -continúa el diario británico- es que los ciudadanos conciban el pensamiento de Xi Jinping como el “núcleo” de su brújula moral y cívica. A diferencia de una versión de esta guía anterior, publicada por primera vez en el año 2001, esta vez se omitieron varias referencias a otros líderes en la historia del país, como Mao Zedong y Deng Xiaoping.
Los expertos aseguraron que el documento es una señal de que los esfuerzos volcados a la propagando se multiplicarán, haciendo foco en la versión del Partido Comunista sobre las tradiciones chinas, y que estarán enfocados en la ética y la cultura.
“Si bien Beijing aún adhiere -al menos nominalmente- a la teoría marxista, lo cierto es que el Gobierno está volviendo constantemente a su propio pasado en busca de una base ideológica para fundamentar su gobierno e inspirar a sus ciudadanos", agregó Minzner.
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