Se revelaron nuevos datos este sábado sobre el crimen que conmovió a la ciudad española Castro Urdiales. Según un periodista del diario ABC que investiga el caso, la mujer que metió la cabeza de su novio en una caja que entregó a una amiga contrató a sicarios para el asesinato.
Carmen Merino llamó a un grupo de hombres para que matara a Jesús María Baranda, de 66 años, divorciado y con hijos. “Cumplieron con el trabajo y quemaron el cadáver para deshacerse de él, pero ella no les pagó”, contó el reportero Pablo Muñoz este sábado en un programa de televisión española.
Debido a esta deuda, los mercenarios decidieron una forma de presionarla para que cumpla con lo acordado. “Pusieron el cráneo de su pareja delante de la puerta de su casa”, contó Muñoz.
El reportero de ABC explicó que el problema fue que “ella sabía que estaba siendo investigada por la Guardia Civil, ya que había una denuncia por la desaparición de Jesús María”. Y agregó: "Con miedo a que los agentes aparecieran en cualquier momento, decidió regalar la caja con la cabeza dentro a su amiga”.
Carmen Merino, de 61 años, siempre se declaró inocente, aunque la justicia tenga dudas por sus antecedentes penales: un robo de 300 euros en el domicilio de un familiar y la estafa de 6.000 euros a la ex pareja de otro familiar.
La mujer, natural de Utrera (Sevilla), de 61 años y afincada desde hace siete en Castro Urdiales (provincia de Cantabria), fue detenida el pasado 30 de septiembre en el edificio Mar Llana en la calle Padre Basabe de esta ciudad costera.
María del Carmen había entregado una caja a su vecina que contenía, según le dijo, juguetes eróticos que no quería que encontrara la Guardia Civil si registraba su casa tras la denuncia de la desaparición de su pareja.
Pasado un tiempo y debido al hedor que desprendía, la vecina abrió la caja y encontró el cráneo dentro, justo en la madrugada del viernes al sábado y, tras el hallazgo, sufrió un ataque de ansiedad y tuvo que ser atendida por servicios sanitarios y trasladada al centro de salud Cotolino Castro Urdiales.
El 3 de octubre, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Castro Urdiales acordó como medida cautelar la prisión provisional, comunicada y sin fianza para ella.
La familia del desaparecido sospechaba que “algo extraño” había pasado
Desde que Jesús M.B. desapareció en abril, sus seres queridos temieron lo peor. Ellos fueron quienes levantaron primero la denuncia ante la Guardia Civil.
“Desde el primer momento supimos que había algo extraño en su desaparición, sospechamos que algo grave había pasado”, dijo la prima del desaparecido, Begoña Arias, en declaraciones a la cadena de radio española COPE. “Siempre sospechamos que pasaba algo malo, él no se hubiese marchado nunca sin decir nada. Durante meses nos llegaban mensajes desde su móvil pero con un lenguaje que no era suyo. Por eso pedimos que nos mandase mensajes de voz y desde ese momento no volvimos a saber nada más de él”, añadió.
“Pusimos la denuncia. La Guardia Civil se portó fenomenal con nosotros, pero el juez decía que había sido una desaparición voluntaria, hasta que ha saltado la bomba. [...] Le daba un voto de confianza a su pareja, pero mi familia veía que no era buena persona, no les gustaba", explicó Begoña Arias, que reveló que justo después de que ellos pusieran la denuncia, María del Carmen Merino se presentó en comisaría para “poner otra”.
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