Las autoridades kurdas anunciaron el domingo la huida de casi 800 familiares de yihadistas extranjeros miembros del grupo Estado Islámico (EI) de un campo de desplazados del norte de Siria, cercano a los combates entre las fuerzas kurdas y proturcas.
La administración semiautónoma informó de la huida de “785” familiares de yihadistas, y aseguró que “el campo de Aín Isa se encontraba ahora sin guardias”.
Contactado por la AFP, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) afirmó que los guardias habían “abandonado” el campo y que los “desplazados” huían “progresivamente”. En tanto, la ONG también reportó que al menos 14 civiles murieron este domingo en bombardeos o por disparos en el norte de Siria.
Las fuerzas kurdas se retiraron del campo de detención para tomar parte en la defensa del territorio ante el avance de las tropas turcas, en medio de bombardeos en los pueblos aledaños. Las milicias han advertido que la operación militar turca podría generar un caos que permita al Estado Islámico liberar a miles de yihadistas encarcelados o a sus familiares retenidos en campos de desplazados, o facilitar la fuga de estos.
Unos 12.000 combatientes del ISIS (sirios, iraquíes pero también entre 2.500 y 3.000 extranjeros originarios de 54 países) están detenidos en las prisiones de los kurdos, según sus estadísticas oficiales. A su vez, los campos de desplazados albergan a 12.000 extranjeros, entre 8.000 niños y 4.000 mujeres.
Por otro lado, Naciones Unidas estimó que más de 130.000 sirios han huido desde el inicio de la operación hace cinco días. Los choques llegaron a la autopista que conecta Hassakeh, una ciudad importante y núcleo logístico, con Ain Eissa, el centro administrativo de las zonas que controlan los kurdos.
Las Fuerzas Democráticas Sirias, lideradas por kurdos, fueron un aliado clave de Estados Unidos en la lucha contra el grupo EI y expulsaron a los extremistas de la mayor parte del territorio que controlaban en el nordeste de Siria. Sin embargo, Turquía ve a los combatientes kurdos como terroristas por sus lazos con la insurgencia kurda en el sureste de Turquía, y ha prometido establecer una “zona segura” a lo largo de la frontera.
(Con información de AFP y AP)