El Departamento de Bomberos de Los Ángeles, California, informó que trabajan para sofocar y controlar al menos dos incendios forestales que se iniciaron durante la noche del jueves en la localidad y han provocado el desalojo de miles de casas. Sobre este evento han circulado cientos de impactantes imágenes de las grandes llamas que han consumido varias hectáreas.
El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, informó que se ordenó a 100.000 personas desalojar sus hogares ubicados en las áreas de Oakridge Estates, Glenoaks y Foothill del vecindario Sylmar y Porter Ranch, zonas afectadas directamente por el incendio iniciado durante la noche de ayer.
El Departamento de Bomberos y el Departamento de Policía de Los Ángeles informaron que un hombre de 50 años sufrió un paro cardíaco durante el inicio del incendio, quien falleció al llegar al hospital después de que le practicaron los primeros auxilios.
El mandatario californiano agregó que existen varios cierres viales en el área, por lo que pidió tomar precauciones para no cruzar por el fuego.
"Varios hogares han sido destruidos por el fuego, pero el número estimado no está disponible en este momento", escribió el Cuerpo de Bomberos en su cuenta de Twitter.
“Éste es un incendio extremadamente dinámico, impulsado por fuertes vientos", añadió en un comunicado.
El conocido como Saddleridge Brush Fire ha afectado más de 4.000 hectáreas, en las que se han desalojado 12.700 casas.
El Departamento de Bomberos indicó que hasta el momento no hay personas heridas, pero sí tienen conocimiento de otros daños en la zona: el fuego destruyó un edificio comercial y hay daños en las casas de la zona, pero no se han podido contabilizar.
La Policía de Los Ángeles además difundió un mapa para explicar mejor las áreas afectadas por las grandes llamas. Según este organismo, el fuego afecta a Porter Ranch, al norte de la autopista 118; Balboa, en la frontera del condado de Ventura y al norte de Sesnon, así como en Oakridge Estates, en Sylmar.
Todas las comunidades colindantes con estas zonas tienen una advertencia de evacuación, por lo que deben estar preparados para evacuar de inmediato, si es necesario.
El subdirector del Departamento de Bomberos de Los Ángele, David Richardson, pronosticó que el fuego crezca hacia el vecino condado de Ventura.
“Si hemos aprendido algo, particularmente del incendio de Woolsey, preste atención a las instrucciones de sus funcionarios de seguridad pública: evacue. No esperes para evacuar. Por favor, vete cuando tengas la oportunidad de hacerlo ”, recomendó Richardson.
Christie Lugo Leigh, una sobreviviente del fuego, relató a KTLA: “El resplandor que nos rodeaba era de color naranja brillante, parecía que estaba en nuestro patio trasero”.
Las autoridades además identificaron otro incendio, al que llamaron Sandalwood, el cual inició por la irresponsabilidad de un conductor.
El Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California dijo que el fuego inició también durante la noche de ayer en la comunidad de Calimesa, a unas 70 millas al este de Los Ángeles.
“Un operador de un camión de basura arrojó una carga de desperdicios en llamas, las cuales se extendieron sobre la vegetación” y por docenas de hogares ubicadas a lo largo de 500 hectáreas, en el condado de Riverside.
Ambos incendios han crecido por la velocidad de los vientos en la zona. El Servicio Meteorológico Nacional indicó que detectaron grandes ráfagas en el Parque de casas móviles Villa Calimesa, a unas 75 millas al este del centro de Los Ángeles.
El organismo que pronostica el clima en Estados Unidos mencionó que los “Vientos de Diablo”, como se le conoce a las corrientes de octubre, continuarán este viernes.
Sumeet Singh, vicepresidente de la compañía de servicios públicos, indicó que: "Hemos encontrado múltiples casos de daños o riesgos causados por fuertes vientos, incluidas las ramas caídas que entraron en contacto con líneas aéreas”.
Estos dos incendios forestales están incluidos en los 275 contabilizados por las autoridades californianas durante la temporada alta de incendios, en la que los vientos cálidos y racheados predominan, informaron funcionarios estatales a la agencia de noticias Reuters.
La temporada de incendios forestales en 2018 fue considerada la más mortal y destructiva en California. Se contabilizaron 8,500 incendios que afectaron a más de 1,8 millones de hectáreas y causó daños con un costo de miles de millones de dólares. Existen registros de que fallecieron 100 personas, entre residentes y bomberos.
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