La brutal represión de la reciente ola de protestas en Irak, que dejó un saldo de más de 100 muertos, estuvo a cargo de milicias que responden al régimen de Irán, según reportó este miércoles el periódico Arab News en base al testimonio de funcionarios y políticos iraquíes.
Las manifestaciones comenzaron el 1 de octubre en Bagdad y varias ciudades del sur, para pedir empleo, servicios públicos y denunciar la corrupción en el país. También, entre quienes protestaban había críticas a la relación estrecha entre el actual gobierno iraquí y el régimen de Irán, ambos chiitas.
El último saldo oficial de la violenta represión pone el número de muertos en más de 100 y el de heridos en 6.000.
De acuerdo a un funcionario del gobierno de Irak en diálogo con Arab News, las víctimas cayeron a manos de grupos armados que responden al general Qasem Soleimani, el líder de las unidades de la Guardia Revolucionaria iraní.
“El general vino personalmente a Bagdad hace unos días para controlar la crisis. Él dio la orden de reprimir brutalmente a los manifestantes e incluso matar a unos cuantos para infundir el terror en los corazones del resto”, explicó.
“Bajo sus órdenes, los líderes iraquíes de las fuerzas de seguridad fueron apartados de la conducción, se bloqueó internet y la mayoría de los periodistas fueron amenazados e incluso se atacó a algunas estaciones de televisión”, agregó.
El presidente iraquí Barham Salih reconopció que la fuerza empleada contra las manifestaciones había sido excesiva, pero intentó apartarse alegando que las autoridades no habían dado la orden y que los involucrados en la represión era criminales.
“Apuntar contra manifestantes pacíficos y emplear munición real es inaceptable en Irak, donde hemos aceptado y nos hemos comprometido a tener una democracia en la cual los derechos y las libertades se respetene”, dijo.
Desde Irán, el líder supremo Alí Khamenei declaró que las manifestaciones de Irak eran un “complot” creado por “enemigos” para “sembrar la discordia” entre ambos países. Pero, advirtió, “fracasaron y su complot no surtirá efecto”.
Teherán mantiene estrechas relaciones con Bagdad desde el derrocamiento de Sadam Husein en 2003, y ha reforzado su influencia en Irak apoyando a varios partidos y grupos chiitas.
En tanto l jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, condenó la violencia durante las protestas en Irak y llamó al gobierno de Bagdad a “ejercer la máxima moderación”, informó el Departamento de Estado el martes.
En una llamada telefónica con el primer ministro iraquí Adel Abdel Mahdi, Pompeo “condenó la reciente violencia en Irak y resaltó que quienes violaron derechos humanos deben ser responsabilizados”, dijo el departamento en un comunicado.
“El secretario lamentó la trágica pérdida de vidas en pocos días e instó al gobierno de Irak a ejercer la máxima moderación”, agregó.
Con información de AFP
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