Donald Trump: “No hemos abandonado a los kurdos, los ayudamos financiera y militarmente”

El mandatario aseguró que Washington aún respalda a los “combatientes maravillosos” del YPG en el norte de Siria a pesar de haber retirado sus tropas, lo que dejó la región a merced de una ofensiva planeada por Turquía. Las milicias kurdas fueron aliadas de EEUU en la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico

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El presidente de los Estados
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump (SAUL LOEB / AFP)

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este martes que su país “no ha abandonado a los kurdos” luego de que se anunciara el retiro de las tropas estadounidenses apostadas en el norte de Siria, lo que abrió las puertas a una ofensiva de Turquía en la región con consecuencias imprevisibles. “Los estamos ayudando financieramente y con armas”, agregó.

La decisión de sacar a Estados Unidos de las "ridículas guerras interminables” como la que arrasa Siria desde 2011 ya había sido adelantada a comienzos de año, pero el domingo Trump anunció el retiro efectivo de las tropas en el norte de Siria, lo cual provocó el lunes fuertes críticas en la comunidad internacional y especialmente entre los kurdos, socios de Washington en la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, en inglés), quienes se consideraron abandonados por sus aliados.

Casi al mismo tiempo, Turquía anunció que estaba lista para iniciar una ofensiva en el noreste de Siria para expulsar de allí a los kurdos de las milicias YPG, a las que acusa de estar vinculadas con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), organización guerrillera que opera dentro de las fronteras turcas. Ankara ya había hecho lo mismo en el noroeste del país en 2016 y 2018 con las operaciones Escudo del Éufrates y Rama de Olivo.

“Puede que estemos en el proceso de irnos de Siria, pero de ninguna manera hemos abandonado a los kurdos, que son un pueblo especial y combatientes maravillosos”, dijo Trump este martes en su cuenta de Twitter, intentando apaciguar las preocupaciones. “Estamos ayudando a los kurdos financieramente/con armas!”, agregó.

“Asimismo nuestra relación con Turquía, un socio comercial y en la OTAN, ha sido muy buena. Turquía ya tiene una importante población kurda y entiende perfectamente que a pesar de que sólo teníamos 50 soldados en esa sección de Siria, y estos han sido retirados, cualquier combate innecesario y no provocado de parte de Turquía será devastador para su economía y su muy frágil moneda”, ahondó el presidente estadounidense.

El lunes Trump había dicho que si Ankara hacía algo “extralimitado”, él mismo iba a "destruir totalmente y obliterar a la economía de Turquía (¡lo he hecho antes!)”, una advertencia que llevó más desconcierto a la región. Sus palabras de este martes parecen haber bajado el tono e intentan reforzar la idea de que el vínculo entre Washington y los kurdos sigue vigente.

Milicianos kurdos en Siria
Milicianos kurdos en Siria

Precisamente sobre el histórico conflicto entre los turcos y los kurdos, además, Trump había asegurado el lunes que evitó el conflicto en el norte de Siria “por casi tres años”. “Pero es hora de que salgamos de estas ridículas guerras interminables, muchas de ellas tribales, y traer de vuelta a nuestros soldados. Los kurdos pelearon con nosotros, pero se les pagó una cantidad enorme de dinero y se les dio equipamiento para hacerlo. Ahora van a tener arreglárselas para resolver la situación”, argumentó.

Las aspiraciones frustradas de los kurdos

Las milicias kurdas YPG, de ideología socialista, son el miembro mayoritario de la alianza rebelde conocida como Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), que incluye también a combatientes árabes. Asistidas con fondos, armas, entrenamiento y apoyo aéreo por una coalición internacional liderada por Estados Unidos (y que incluye a Francia y el Reino Unido), las SDF fueron desde 2015 la vanguardia en los combates que llevaron al derrumbe del “califato” del ISIS en marzo de este año.

Al mismo tiempo, y en el contexto de la guerra civil siria en contra del régimen del dictador Bashar Al Assad, las fuerzas kurdas llegaron a controlar un vasto territorio en el norte del país al que llaman Rojava y en el que aspiraban a fundar un estado kurdo, en el mejor de los casos, o cuanto menos a obtener una autonomía similar a la que ostentan los kurdos iraquíes.

Pero la iniciativa se ha visto frustrada ya que cuenta con el amplio rechazo de Turquía, Irak, el régimen sirio e Irán, países que albergan a minorías kurdas en sus territorios y que buscan evitar a toda costa la formación de un estado en lo que se conoce como el kurdistán, una región de difusos límites y violenta historia.

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