El gobierno de Estados Unidos anunció el jueves que aprobó la posible venta de misiles antitanque a Ucrania, mencionada durante una llamada entre el presidente Donald Trump, y su homólogo ucraniano, Volodimir Zelensky.
Esa conversación telefónica, en la que Trump pide a Zelenski investigar a su posible rival electoral de 2020 Joe Biden, desencadenó la semana pasada una investigación de juicio político al presidente de Estados Unidos.
El Departamento de Estado informó oficialmente al Congreso de la intención de la administración de proceder con la venta de 150 misiles Javelin por 39,2 millones de dólares, dijo la Agencia de Cooperación de Seguridad de Defensa (DSCA) en un comunicado.
“Esta venta propuesta contribuirá a la política exterior y la seguridad nacional de Estados Unidos al mejorar la seguridad de Ucrania”, señaló la DSCA.
“El sistema Javelin ayudará a Ucrania a reforzar su capacidad de defensa a largo plazo para proteger su soberanía y su integridad territorial con el objetivo de afrontar sus requisitos de defensa nacional”, agregó.
Ucrania ya recibió una entrega similar, de 200 misiles Javelin y 37 lanzaderas, en abril de 2018, bajo la Administración del ex presidente Petro Poroshenko.
Según un memorándum de la Casa Blanca sobre la llamada de julio entre Trump y Zelensky, el líder ucraniano dijo: “Estamos casi listos para comprar más Javelins de Estados Unidos con fines de defensa”.
En la misma llamada, que tuvo lugar después de que Trump congelara la ayuda militar a Ucrania, que está luchando contra los separatistas respaldados por Rusia, el presidente de Estados Unidos instó a Zelensky a investigar a Biden, ex vicepresidente del gobierno de Barack Obama, y a su hijo Hunter.
Esto llevó al Congreso estadounidense -controlado por los demócratas- a lanzar una investigación de juicio político que amenaza la presidencia de Trump.
De acuerdo a los medios estadounidenses, la venta del jueves no tiene que ver con los fondos de ayuda militar discutidos en la conversación.
La llamada de julio entre Trump y Zelenski provocó que un funcionario de Inteligencia presentara en agosto una queja interna, que tras una pugna política entre el Congreso y el Gobierno se hizo pública la pasada semana.
Según esa denuncia desvelada por el Comité de Inteligencia de la Cámara Baja, el espía se quejaba “de que el presidente de Estados Unidos está utilizando el poder de su cargo para solicitar la interferencia de un país extranjero en las elecciones estadounidenses de 2020”.
Con información de AFP y EFE
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