Un bombardero de la Segunda Guerra mundial se estrelló este miércoles con 13 personas a bordo en un aeropuerto del estado de Conecticut, en el noreste de Estados Unidos, con un saldo de al menos siete muertos, según funcionarios citados por medios locales.
El Boeing B-17 intentaba aterrizar sobre las 10H00 locales (14H00 GMT) en el Bradley International Airport, tras haber pedido aterrizar de urgencia por un problema técnico, menos de 10 minutos después de su despegue, explicó en rueda de prensa el director del aeropuerto, Kevin Dillon.
El avión, operado por la fundación Collings, que transporta habitualmente a personas que desean volar en aparatos antiguos, llevaba a bordo 10 pasajeros y tres tripulantes, precisó James Rovella, jefe de la seguridad pública de Connecticut.
“Puedo confirmar que hay muertos, pero no les diré el número”, había dicho durante una conferencia de prensa subida a Internet por las autoridades. “Es muy temprano para hablar al respecto, tenemos un accidente, un incendio y víctimas muy difíciles de identificar, no queremos cometer errores”.
Agregó que las personas a bordo tenían como mínimo heridas, al igual que una que se encontraba en un edificio de mantenimiento del aeropuerto que el avión embistió antes de tocar tierra e incendiarse.
Un poco más tarde, varios medios locales indicaron, citando a funcionarios, que el accidente, que produjo una vasta columna de humo negro visible a varios kilómetros de distancia, había causado al menos siete muertos y en total nueve heridos, incluidas tres personas que se hallaban en tierra.
Un portavoz de la policía de Connecticut no desmintió esa cifra al ser interrogado.
Por el momento se ignoraban las causas del accidente.
En pasajes de una conversación mantenida entre el piloto y la torre de control del aeropuerto -subidos a Internet por algunos medios-, se escucha al piloto pedir autorización para aterrizar de emergencia por un problema en un motor.
El senador por Connecticut Richard Blumenthal subrayó que sólo existen 18 ejemplares en condiciones de volar del B-17, aparatos llamados en su apogeo “fortalezas volantes” y de los que llegaron a fabricarse 10.000 aparatos.
“Son aviones de época que necesitan ser mantenidos correctamente, y si se confirma que la causa del accidente fue un error de mantenimiento será una señal de alarma muy fuerte para todos los que vuelan estos aparatos”, destacó.
Un equipo de investigadores de la Agencia Nacional de Seguridad en los Transportes (NSTB) llamó al público a hacerles llegar fotos de todas las etapas del vuelo que pudieran contribuir a despejar la causa del siniestro.
Un integrante del equipo dijo que los investigadores determinarán rápidamente a qué inspecciones son sometidos estos viejos aparatos y si se deben emitir de urgencia recomendaciones de seguridad.
El B-17 de Boeing, un aeroplano cuatrimotor, data de la segunda mitad de la década de 1930 y fue utilizado como bombardero durante la Segunda Guerra Mundial por las fuerzas aéreas de Estados Unidos y sus aliadas británicas.
(Con información de AFP)