Un hombre de Tucson, Arizona en Estados Unidos, enfrenta cargos de asesinato en primer grado por verter agua hirviendo sobre la garganta de su hijo de 6 años alegando que el menor estaba poseído por un “demonio” y que esa era la forma de exorcizarlo.
Pablo Martínez, de 31 años, está acusado de matar al niño “con malicia y premeditación”, después de sostener al menor debajo del grifo de agua ardiendo entre 5 y 10 minutos. Así lo informan este martes medios locales de la unión americana.
De acuerdo a documentos judiciales dados a conocer el lunes, los agentes del Departamento de Policía de Pascua Yaqui fueron llamados a una casa en una reserva indígena de Arizona cerca del 7559 South Yoem Bo Oh, donde encontraron al niño ya sin respiración tendido en una cama.
Durante el interrogatorio con las autoridades, el padre dijo que la semana pasada se dio cuenta de que el menor de edad, que estudiaba en la Lynn/Urquides Elementary School, tenía “un demonio dentro de él”.
Mientras le daba un baño al niño el jueves por la noche, -según relató a los investigadores-, “vio algo malo” dentro del niño y sabía que tenía que poner manos a la obra para “echar al demonio”. Y para lograrlo, sostuvo al niño debajo del grifo de agua ardiendo.
La madre, Romelia Martínez, dijo a los investigadores que alcanzó a escuchar un gorgoteo proveniente del baño de la casa, pero cuando intentó entrar la puerta estaba cerrada, por lo que procedió a llamar al número de emergencias 911.
La esposa indicó que cuando finalmente logró abrir la puerta vio a Pablo vertiendo agua fría sobre el niño e intentando practicarle la resucitación cardiopulmonar -conocida como CPR, por sus siglas en inglés-.
Cuando ella le dijo que se detuviera, Martínez le respondió que “tenía que hacerlo”, según documentos judiciales revisados por el canal de televisión News 4 Tucson.
El presunto asesino de 31 años también admitió haber mantenido a su hijo bajo el agua durante cinco a 10 minutos. Los oficiales lo acusan de asesinato en primer grado, luego de encontrar al niño en su cama, completamente desnudo y sin respirar.
El pequeño fue trasladado de inmediato al Centro Médico de la Universidad de Banner, donde el niño de apenas 6 años murió poco después de su llegada. Allí se determinó que el infante tenía quemaduras en más del 15 % de su cuerpo, incluidos los antebrazos, los codos y la cabeza, según los documentos de la corte en el estado ubicado en el Sur de Estados Unidos en la frontera con México.
La directora del colegio Lynn/Urquides donde estudiaba, Marisa Salcido, envió a los padres de los alumnos una carta informándoles sobre la muerte del niño el viernes 27 de septiembre.
“Es con profundo pesar y tristeza que le informo de la muerte de uno de nuestros estudiantes”, comienza la carta, según compartió el portal KOLD News 13.
“Quiero hacerle saber que el equipo administrativo de Lynn/Urquides Elementary ha estado trabajando con TUSD Leadership y el Coordinador de TUSD Counseling para garantizar que brindemos todos los medios de apoyo y asistencia a todos los estudiantes, junto con nuestro personal. Nuestros consejeros están disponibles para ayudar al personal y a cualquier estudiante que esté luchando con la muerte u otros problemas que puedan surgir” continúa la misiva.
Cuando los agentes de seguridad preguntaron en un primer momento a Pablo Martínez sobre lo sucedido, éste les dijo que no lo entenderían porque “no tenían la mentalidad o la creencia correctas”.
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