China ha hecho movimientos discretos para elevar a más del doble la cantidad de soldados desplegados en Hong Kong, de acuerdo a enviados extranjeros y analistas de seguridad, en la acción más dramática hasta el momento por parte de Beijing ante una posible agudización de las protestas en el centro financiero global.
El mes pasado, Beijing trasladó a miles de soldados hacia la frontera del territorio, en medio de las fuertes protestas que comenzaron en junio. La agencia de noticias local Xinhua describió la operación como una “rotación” habitual de la unidad básica que el país ha mantenido en Hong Kong desde el traspaso de poder en 1997.
Un mes después, siete diplomáticos de Asia y Occidente afirmaron con certeza a la agencia Reuters que el despliegue de fines de agosto no fue una rotación, sino un reforzamiento de tropas.
Tres de los diplomáticos indicaron que el número de efectivos chinos en Hong Kong se había más que duplicado desde que estallaron las protestas contra el gobierno en junio. Detallaron, además, que la cifra de militares chinos se situaba entre 3.000 y 5.000 en los meses previos al despliegue, y ahora estiman que llegan a entre 10.000 y 12.000 efectivos.
Como resultado, los diplomáticos piensan que China ahora tiene la mayor fuerza militar activa del Ejército de Liberación Popular y equipamiento que haya desplegado en Hong Kong.
Asimismo, de acuerdo a cinco de los diplomáticos, el refuerzo de militares incluye miembros de la Policía Armada del Pueblo, una unidad paramilitar antidisturbios que trabaja como un comando separado del Ejército de Liberación Popular. Hasta ahora, la presencia de este comando en Hong Kong era desconocida públicamente.
El Ministerio de Defensa Nacional de China, la Oficina del Consejo Nacional de Estado y la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao no respondieron a las consultas de Reuters.
La oficina de la líder de Hong Kong, Carrie Lam, y la unidad del Ejército chino en Hong Kong tampoco respondieron a las preguntas. Un portavoz de la policía del territorio dijo a Reuters que la fuerza era “capaz de mantener la ley y el orden y está resuelta a restablecer la seguridad pública en Hong Kong”.
Las protestas en la ciudad estallaron en respuesta a los planes de Lam de impulsar una ley -ahora desechada- que habría permitido la extradición de personas desde Hong Kong a China. Las manifestaciones, a veces violentas, representan el mayor desafío popular para el presidente Xi Jinping desde que llegó al poder en 2012.
Con información de Reuters
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