El puesto fronterizo iraquí de Al Qaim, denominado Al Bukamal del lado sirio, reabrió este lunes tras cinco años de inactividad, según pudo constatar un corresponsal de la cadena AFP, luego de que este importante punto de paso para bienes y personas estuviese en mano del grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, en inglés) entre 2014 y fines de 2017.
Los primeros camiones de mercancías cruzaron el puesto de control, único paso fronterizo activo entre Irak y Siria, controlado de un lado por el régimen del dictador Bashar al Assad y por el otro por el gobierno iraquí en Bagdad.
Los medios estatales sirios retransmitieron en directo la reapertura del cruce desde Al Bukamal, situado en la provincia siria de Deir Ezzor, y mirando hacia la ciudad iraquí de Al Qaim, en la provincia de Al Anbar.
El asesor del jefe de la oficina ejecutiva de Deir Ezzor, Kinan Abdelwahab, indicó a la agencia EFE la importancia de la reapertura de este paso por la “recuperación de las relaciones naturales” entre Siria e Irak, y aclaró que se trata de un proyecto mayor para unir Teherán (Irán), Bagdad y Damasco con el objetivo de facilitar el movimiento comercial entre los tres países.
Irán es el principal aliado regional del régimen sirio y en los últimos años ha generado importantes vínculos con el gobierno de Irak, al que asistió en su lucha contra el ISIS. De esta forma, Teherán ha convertido a la zona en su esfera de influencia.
Existe otro puesto fronterizo que fue completamente destruido por los combates y no está operativo, además de otros pasos oficiales en la inmensa frontera entre ambos países que están en manos de las milicias kurdas, que gozan de autónomía en Irak y de una semiautonomía en Siria.
En 2014, al apoderarse de cerca de un tercio del territorio iraquí y de grandes sectores de Siria, los yihadistas del ISIS se habían dedicado a rediseñar las fronteras para su autoproclamado “califato”.
En forma simbólica, habían destruido con un bulldozer las barreras físicas levantadas por Irak y Siria y tomado control de la porosa frontera.
Al Qaim, en el extremo oeste de la desértica provincia iraquí de Anbar, que se extiende hasta el borde de Bagdad, fue uno de los últimos pueblos en ser recuperados por las tropas iraquíes, lo cual lograron finalmente en noviembre de 2017.
Pero tardaron casi dos años en reconstruir la zona y poner a punto nuevamente el paso fronterizo, en un lugar que es desde hace mucho tiempo zona de contrabando en la que viven tribus que pasan de un país al otro.
Por otro lado las tierras al otro lado de la frontera, en la provincia siria de Deir Ezzor, fueron las últimas en poder del ISIS, recuperadas en marzo de este año tras lo cual se proclamó la caída del “califato”, a pesar de que el grupo persiste en la clandestinidad.
Con información de EFE y AFP
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