Tres de los cuatro reos “extremadamente peligrosos” que escaparon de una cárcel del condado en Ohio fueron detenidos en Carolina del Norte, según la policía, pero todavía uno de ellos permanece prófugo.
Las autoridades reportaron el fin de semana que los presos redujeron a dos funcionarias de prisiones y lograron huir. Posteriormente, en la madrugada del lunes, tres de ellos fueron detenidos a 600 kilómetros del centro penitenciario.
Brynn K. Martin, Christopher M. Clemente y Troy R. McDaniel Jr., fueron arrestados en Cary, Carolina del Norte, en torno a las 2 de la madrugada del lunes, indicó un comunicado del jefe de policía del condado de Gallia. Había pasado poco más de un día desde que los cuatro se fugaron de la cárcel en Gallipolis.
Se cree que el cuarto preso, Lawrence R. Lee III, de 29 años, acompañaba a los otros tres pero logró huir en el momento de la detención.
Entorno de las 00:15 horas del domingo, pudieron forzar la puerta de seguridad utilizando un arma puntiaguda y posteriormente sometieron a las dos mujeres que estaban de guardia.
Los delincuentes accedieron al área administrativa de la prisión y robaron las llaves del auto de una de las agentes del centro para posteriormente conducir una cuadra, donde les esperaba otro auto, según dijo la tarde este domingo el alguacil del condado, Matt Champlin. Al menos una persona externa les ayudó en la fuga.
Las autoridades creen que uno o más de los fugitivos viajaba abordo de un Dodge Charger gris 2019 con el número de placa HVP8419 de Ohio. El vehículo está registrado por el fugitivo Christopher Clemente, quien fue visto en el Westmoreland Mall en el área de Greensburg, Pensilvania, que se encuentra fuera de Pittsburgh. La policía de aquella entidad ya está realizando una búsqueda de los cuatro criminales.
El servicio de Jefes de Policía ofreció una recompensa de USD 2.500 por interno, a quien proporcione cualquier información que conduzca a su captura.
Las policías, que supuestamente estaban de guardia en la cárcel de hombres porque sus dos compañeros se reportaron enfermes, no resultaron heridas de gravedad, así lo señalo el sheriff del condado, quien reconoció que en épocas recientes han habido otros escapes de las instalaciones de la prisión y los vehículos que los transportan.
Champlin explicó que la cárcel no está equipada para lidiar con el volumen y el tipo de reclusos que alberga, por lo que son urgentes adecuaciones de seguridad.
La cárcel se construyó hace más de 50 años, y las celdas ya no se bloquean porque se abrieron permanentemente en la década de 1980 o 1990 a fin de ampliar su capacidad. Actualmente cuenta con 22 camas y emplea a nueve correccionales a tiempo completo, cuatro mujeres y cinco hombres, añadió.
Dos de los agentes estaban programados para trabajar, sin embargo, se reportaron enfermos horas antes de empezar su turno. Los otros tres oficiales varones están fuera de servicio porque fueron heridos al interior de las instalaciones hace poco, por lo que las únicas que quedaban disponibles eran las dos mujeres.
Las autoridades proporcionaron las señas particulares de cada uno de los reclusos que escapó: Martin Brynn mide 1.70 metros, tiene el cabello marrón y ojos azules. Christopher M. Clemente mide 1.85 metros, tiene cabello castaño y ojos color marrón. Troy R. McDaniel Jr. mide 1.55 metros, tiene cabello rubio y ojos azules. Lawrence R. Lee mide 1.79 metros, tiene el cabello y ojos marrones.
De acuerdo con cifras oficiales de 2018, en Estados Unidos hay 698 presos por cada 100.000 habitantes, lo que provoca que la nación, cuya población carcelaria es de 2.2 millones de personas, lidere el índice de países con un mayor porcentaje de ciudadanos cumpliendo una pena en prisión.
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