Cerca de 20.000 personas se manifestaron este domingo en Moscú bajo la proclama de “¡Libertad para los presos políticos!”, en una convocatoria impulsada por la oposición al gobierno del presidente Vladimir Putin para denunciar las investigaciones judiciales contra algunos de los impulsores de las protestas durante el verano.
Según la policía, alrededor de 20.000 personas se concentraron en torno a las 16:00 (13:00 GMT) en la avenida Sájarov, en el centro de la capital rusa, a pesar de la lluvia. En tanto la organización White Counter, especializada en el recuento de manifestantes, consideró que la participación superó las 23.000 personas.
Organizada por el Partido Libertario y apoyada por el opositor Alexei Navalny, la manifestación fue autorizada por las autoridades y se celebró bajo la presencia de decenas de policías que limitaron su avance con barreras metálicas.
La ley Rusia prohíbe las manifestaciones espontáneas y toda movilización política debe ser anunciada ante las autoridades, que luego establecen el lugar y la hora para su realización.
“No estoy aquí sólo por mí, sino por todos aquellos que no pueden estar aquí y sus familiares, y también por aquellos que se encuentran encarcelados o ya fueron condenados a penas de prisión”, aseguró Lyubov Sobol, una aliada de Navalny, desde el escenario instalado delante de los manifestantes.
Mientras que un activista recientemente liberado gritó: “¡En mí lugar podía haber estado cualquiera de ustedes!".
Esta última ola de protestas en Rusia comenzó luego de que las autoridades negaran a activistas como Sobol participar de las elecciones municipales de comienzos de septiembre, en las que oposición tuvo su mejor desempeño hasta la fecha obteniendo numerosas bancas en el parlamento moscovita.
En este contexto las manifestaciones, que llegaron a reunir hasta 50.000 personas en un día, han sido las más grandes contra el gobierno de Putin desde las realizadas en los inicios de su tercer mandato en 2011 y 2012.
A su vez la policía ha reaccionando con enorme violencia antes las protestas, lo que para muchos analistas fortaleció la posición opositora y ayudó al buen desempeño electoral. Sin embargo, seis activistas, líderes de la oposición, siguen detenidos esperando su juicio por presunta violencia contra la policía y otros cinco ya recibieron condenas a prisión.
Con información de EFE y AFP
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