En medio de las tensiones en Medio Oriente, Estados Unidos aseguró este miércoles que la participación del régimen de Irán en los ataques contras las refinerías de Arabia Saudita aumentan el riesgo de un conflicto en la región.
Así se pronunció el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, durante una conferencia ante el grupo de presión anti iraní “United Against a Nuclear Iran” (Unidos contra un Irán nuclear), llevada a cabo al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
El jefe de la diplomacia norteamericana sostuvo que “la aplicación de sanciones contra Irán ha sido, y seguirá siendo, implacable”. Asimismo, indicó que las sanciones obligaron a Teherán a realizar “una agresión en pánico”.
“El mundo está despertando a la verdad, la verdad es que Irán responde a la fuerza”, señaló.
Durante la conferencia, el secretario de Estado aseguró que Estados Unidos intensificará la presión sobre la Guardia Revolucionaria de Irán, organización estatal persa encargada de proteger al régimen persa y que recientemente fue designada como terrorista por Washington.
“Los Estados Unidos van a intensificar sus esfuerzos para educar a los países y las empresas sobre el riesgo de hacer negocios con entidades que sean parte de la Guardia Revolucionaria, y vamos a castigar a aquellos que persisten en su desafío a nuestras advertencias”, expresó Pompeo.
Este miércoles el gobierno de Donald Trump anunció sanciones contra 11 entidades chinas por comprar petróleo iraní.
“Hoy estamos imponiendo sanciones a algunas entidades chinas por transportar deliberadamente petróleo desde Irán, en contravención de sanciones [previas] estadounidenses”, dijo el secretario de Estado durante la conferencia anti iraní.
"Le estamos diciendo a China, y a todas las naciones, que sepan que sancionaremos cualquier violación a las sanciones en cualquier actividad”, subrayó.
En esa línea se pronunció también el presidente Trump el martes, durante su intervención en la Asamblea General de la ONU. Allí afirmó que “ningún gobierno responsable debe subsidiar la sed de sangre de Irán”. Y agregó: “Mientras la conducta amenazante de Irán continúe, las sanciones no serán levantadas”.
El presidente de Estados Unidos, pese a las crecientes tensiones, reiteró que no pretende una guerra con Teherán: “Estados Unidos no busca el conflicto con ningún país, pero nunca dejaré de defender los intereses estadounidenses”.
Este miércoles el jefe de Estado iraní, Hassan Rohani, descartó iniciar un diálogo con Trump, a menos que Washington levante las sanciones que pesan sobre la República Islámica.
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