El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo este miércoles que el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, es alguien “despiadado y corrupto” que “vendió su país a una dictadura extranjera”, a Cuba, y prometió que “todo se arreglará” en Venezuela y habrá finalmente una “transición pacífica”.
Trump hizo esas declaraciones al inicio de una reunión en Nueva York con líderes latinoamericanos sobre Venezuela, en la que Estados Unidos anunció que dedicará 118 millones de dólares más para afrontar la crisis venezolana.
“Nuestras sanciones se han centrado en cerrar cualquier vía por la que Maduro pueda sostener su mandato criminal y totalitario. Y él (Maduro) ha sido despiadado, ha sido corrupto, ha sido lo peor que se puede llegar a ser”, afirmó Trump. Y prometió que apoyará al pueblo venezolano “hasta que finalmente” caiga Maduro, y pronosticó: “Serán libres. Ocurrirá”. Insistió en que lo que desea es una “transición pacífica y constitucional que abra el camino a elecciones libres y justas”.
El norteamericano lamentó que “algunos países fuera de este continente (americano) siguen respaldando al régimen (chavista) con ayuda militar y tecnológica”, pero no citó directamente a Rusia -a la que ha evitado criticar por su apoyo a Caracas- y centró en cambio sus críticas en Cuba. “No podemos permitir que las fuerzas del socialismo se consoliden, el futuro de este hemisferio no estará descrito por dictadores. Venezuela y Cuba finalmente sabrán lo que es la libertad”, sostuvo.
El mandatario pidió asegurarse de que “el futuro del continente americano no lo escriben los socialistas o los tiranos, sino los patriotas que aman la libertad”, y confió en que esa doctrina acabe imponiéndose en “Cuba, Venezuela y Nicaragua”.
A la cita asistieron los presidentes de Colombia, Iván Duque; Chile, Sebastián Piñera; Ecuador, Lenín Moreno; y Honduras, Juan Orlando Hernández; además de representantes de Argentina, Brasil, Canadá, Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Panamá, Paraguay, Perú, las Bahamas, República Dominicana, Haití, Jamaica y Santa Lucía. También acudieron Julio Borges, el encargado de Asuntos Exteriores del Ejecutivo venezolano al que reconocen EEUU y otro medio centenar de países, el del líder opositor Juan Guaidó; y el representante diplomático de ese equipo en Washington, Carlos Vecchio.
Borges, pidió mayor presión contra Cuba por ser la base de sustento de Maduro e insistió que en el caso venezolano ninguna opción puede ser descartada. “Todos los países deben tomar acciones contra la dictadura de Cuba, ellos deben sentir las consecuencias de mantener secuestrado nuestro país”, afirmó.
El presidente de Colombia, Iván Duque, comparó a Maduro con el dictador de Serbia Slobodan Milošević, y aseveró que presentará una denuncia formal en las Naciones Unidas sobre la protección del régimen venezolanos a organizaciones terroristas que buscan socavar la paz colombiana.
De igual forma, el mandatario de Ecuador, Lenín Moreno, llamó a restablecer la democracia en Venezuela y señaló que la acción internacional no es una intervención. Su homologo de Chile, Sebastián Piñera pidió que se ejerza presión sobre los gobiernos de Cuba, China, Rusia e Irán para que sean parte de la solución venezolana.
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