Un vuelo de Delta Airlines aterrizó de emergencia después de descender de manera estrepitosa y en menos de ocho minutos: 29,000 pies (equivalente a 9 mil metros). Los pasajeros captaron la angustiosa escena cuando las máscaras de oxígeno se desplegaron en la unidad.
El vuelo 2353 que viajaba de Atlanta a Fort Lauderdale experimentó una "irregularidad de presurización de cabina", por lo que el piloto decidió desviar la aeronave hacia Tampa, Florida.
Delta Airlines explicó en un comunicado que el avión aterrizó sin inconvenientes, después de hacer un "descenso controlado" desde una altitud de 39,000 pies a 10,000 pies, en tan sólo siete minutos.
El representante de Delta, Drake Castaneda, informó a New York Post que aún no tienen claro porque la aeronave tuvo que descender tan rápido.
"Están entrenados para hacer eso cuando necesitan abandonar la altitud por precaución", detalló el portavoz, quien también explicó que las cabinas de los aviones están presurizadas a 8,000 pies para prevenir en los pasajeros la hipoxia o la falta de oxígeno, así como otros problemas fisiológicos a gran altitud.
"De la nada, sentí lo que parecía una especie de descenso rápido. Comenzamos a caer en altitud y luego las máscaras de oxígeno cayeron desde la parte superior del avión. Se produjo un caos entre los pasajeros", declaró a WFTS, Harris DeWoskin, uno de los pasajeros.
Agregó: "Creo que uno de los asistentes de vuelo agarró el intercomunicador y solo estaba repitiendo por el intercomunicador diciendo: '¡No se asuste! ¡No te asustes!' Pero, obviamente, es un momento agitado, por lo que los pasajeros a mi alrededor, mucha gente, estaban hiperventilando".
"La vida es frágil. Hubo un aterrador 60 a 90 segundos en el que realmente no sabíamos qué estaba pasando", detalló el hombre que capturó la angustia de sus compañeros de viaje e intentó comunicarse con su novia y familia para contarles sobre "algunas cosas aterradoras" que ocurrieron en el vuelo.
"Algo está mal con el avión": los angustiosos mensajes de los pasajeros de un vuelo
Decenas de pasajeros vivieron momentos de terror cuando el motor del vuelo en el que viajaban se incendió sobre el oeste de Canadá, después de que algunos pájaros se interpusieron en su camino. En medio del pánico, los afectados usaron sus redes sociales para compartir lo que ocurría en los aires.
El vuelo 312 de Swoop partió del aeropuerto internacional de Abbotsford,en Columbia Británica, con dirección hacia Edmonton, pero tras estrellarse con algunos gansos tuvo que regresar de emergencia a su lugar de origen para no causar más incidentes.
El pánico se apoderó de los usuarios que comenzaron a gritar y reaccionaron de una manera poco usual. Justo en el momento en que el motor era consumido por el fuego, usaron sus redes sociales para escribir mensajes de despedida a sus familiares y amigos.
"Comencé a enviar mensajes de texto a mi madre diciéndole 'Algo está mal con el avión. Te amo'", dijo a Fadhl Abu-Ghanem a CTV News tras el accidente y ya cuando se encontraban completamente a salvo.
El piloto del Boeing 737 confirmó lo que los pasajeros vieron y les anunció que regresarían de emergencia al aeropuerto internacional de Abbotsford.
Los 176 pasajeros resultaron ilesos gracias a las maniobras de la tripulación, aunque tuvieron retrasos y problemas para volver a abordar un nuevo vuelo.
Un vuelo de Alemania a Cancún tuvo que ser desviado de emergencia
Derramar un poco de café suele ser un problema menor la mayoría de las veces, pero dentro de la cabina de un avión puede retrasar el traslado y hasta causar grandes conflictos en la operación. Una situación similar la vivieron los tripulantes de un vuelo con destino a Cancún, México, quienes tuvieron que usar máscaras de oxígeno para superar la emergencia.
Fue el 6 de febrero cuando la tripulación de la cabina dio una taza de café sin tapa al piloto de 49 años que conducía el avión Airbus A33-243, operado por Condor, procedente de Frankfurt en Alemania hacia Cancún en México.
El hombre disfrutaba de su bebida caliente hasta que por error la derramó en el panel de control de audio de la aeronave que volaba sobre el Océano Atlántico Norte, con 11 tripulantes y 326 pasajeros.
El accidente causó "significativas" consecuencias en la operación del avión y obligó a que el piloto tirara el combustible para desviar su ruta hacia el aeropuerto de Shannon, en la República de Irlanda.
El piloto, con más de 13.000 horas de experiencia en el aire, decidió desviar el vuelo porque uno de los botones del panel de control de audio se derritió ante el incremento de la temperatura en el aparato, por lo que la operación era imposible.