Adam Hergenreder usó cigarrillos electrónicos por más de un año y medio. Se inició en su consumo para encajar en un círculo social y encontró que su sabor preferido era el de mango, el cual aspiraba varias veces al día. El joven de 18 años no pensó que fuera tan dañino hasta que los escalofríos y los vómitos lo obligaron a ir al médico y le dijo que sus pulmones eran similares a los de un adulto de 70 años.
El estudiante y atleta es uno de los cientos de usuarios de cigarrillos electrónicos en Estados Unidos y que han resultado con padecimientos pulmonares por el vapeo. En el caso de Adam quizá no pueda volver a luchar porque su cuerpo no soportaría el esfuerzo.
"Antes era un luchador del equipo universitario y es posible que nunca pueda luchar porque es un deporte muy físico y mis pulmones podrían no ser capaces de soportar ese esfuerzo… Es triste", declaró el adolescente a CNN.
"Primero comencé a vapear solo para encajar, porque todos los demás lo estaban haciendo", explicó sobre su conducta que hacía a todas horas porque no le pedían identificación.
Adam adquiría cápsulas de la marca Juul, en las que hay líquido compuesto por nicotina en la misma proporción que un paquete de cigarrillos convencionales.
El consumo de estos productos ha ido en aumento en Estados Unidos, pero las autoridades han mostrado preocupación porque también han surgido 450 posibles casos de padecimientos pulmonares, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC, por sus siglas en inglés), tras el vapeo de sabores populares de frutas y mentol o menta.
La Asociación Médica Estadounidense (AMA, su sigla en inglés) recomendó a las personas que no usen productos de cigarrillos electrónicos.
En un comunicado, el presidente de la asociación, Patrice Harris, también pidió a la Administración de Medicinas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) que acelere la regulación de los cigarrillos electrónicos, elimine del mercado los productos no regulados y prohíba los sabores y la comercialización que no tienen otro fin que atraer a los más jóvenes.
Los funcionarios de salud norteamericanos registraron al menos seis muertes por el uso de cigarrillos electrónicos en California, Illinois, Indiana, Minnesota, Oregón y Kansas.
Los problemas pulmonares para Adam Hergenreder comenzaron cuando pasó de vapear líquidos electrónicos de venta libre a THC o tetrahidrocannabinol, compuesto de psicoactivo de la marihuana, que obtenía con la ayuda de un amigo.
El consumo de esta sustancia le provocó escalofríos y vómitos sin parar durante tres días, por lo que su madre decidió llevarlo al médico donde por fin le dieron un alarmante diagnóstico después de practicarle una tomografía computarizada de su estómago y una radiografía de sus pulmones.
"Si hubiera sabido lo que le estaba haciendo a mi cuerpo, nunca lo habría tocado, pero no lo sabía", dijo el joven de 18 años que se enteró que sus pulmones eran similares a los de un adulto de 70 años.
"Si su madre no lo hubiera llevado al hospital en los siguientes dos o tres días, su respiración podría haber empeorado hasta el punto de que podría haber muerto si no hubiera buscado atención médica", dijo uno de los especialistas que evaluó la salud de Adam, neumólogo y médico de cuidados críticos en Advocate Condell Medical Center en Illinois, Stephen Amesbury.
"Era una enfermedad pulmonar grave, especialmente para una persona joven. Le faltaba el aliento, respiraba con dificultad. Era muy preocupante que tuviera un daño pulmonar significativo y posiblemente algunos cambios residuales después de que se recupere de esto", agregó Amesbury.
A pesar del dramático diagnóstico, Adam quiso alertar a los fumadores de cigarrillos electrónicos antes de que se sometan a tratamientos de respiración: "No quiero ver a nadie en mi situación. No quiero ver a nadie en el hospital por el tiempo que estuve".
"Aún me es difícil hacer actividades normales, como subir las escaleras. Todavía me quedo sin aliento", añadió Adam.