La Corte Suprema de Estados Unidos permitirá la aplicación a nivel nacional de las nuevas restricciones migratorias impuestas por el presidente Donald Trump a las personas que soliciten asilo.
El alto tribunal informó que esta decisión suspende el fallo de una corte de menor, la instancia que había bloqueado la medida en algunos estados fronterizos con México.
La orden de los magistrados anula de forma temporal un fallo de una corte de menor instancia que había bloqueado la nueva política de asilo en los estados del sur de Estados Unidos. La política está dirigida a negar el asilo a cualquier persona que pase por otro país durante su viaje hacia Estados Unidos sin buscar protección allí.
Gran parte de las personas que cruzan la frontera sur de México son de origen centroamericano que huyen de la violencia y la pobreza de sus países de origen.
De acuerdo con esta nueva orden, la mayoría de estas personas no podrán aspirar a solicitar el asilo en Estados Unidos, a pesar de la situación por las que atraviesen las fronteras de México.
El máximo tribunal de EEUU dijo que la regla requiere que la mayoría de los inmigrantes que desean asilo busquen refugio en un tercer país a través del cual viajaron a Estados Unidos, podría entrar en vigencia a medida que continúan los litigios que desafían su legalidad.
Los magistrados liberales Ruth Bader Ginsburg y Sonia Sotomayor expresaron su desacuerdo con la orden del máximo tribunal. Sotomayor indicó que la regla anula las prácticas de la larga data con respecto a los refugiados que buscan resguardarse de la persecución en sus países.
"Aunque esta nación ha mantenido sus puertas abiertas durante mucho tiempo a los refugiados y aunque las apuestas para los solicitantes de asilo no podrían ser mayores, el gobierno implementó su regla sin primero dar aviso público e invitar a la opinión pública generalmente requerido por la ley", dijo la magistrada.
Una demanda para detener la nueva política todavía se abre camino en tribunales inferiores.
Como resultado de la decisión de la Corte Suprema de EEUU ahora puede negarse a considerar una solicitud de asilo de cualquier persona que no la solicitó en otros país después de salir de su país pero antes de venir a la unión americana.
Significa que los migrantes de Honduras, Guatemala y El Salvador no pueden solicitar asilo en Estados Unidos si no lo solicitaron primero en México.
Un número récord de familias centroamericanas han solicitado asilo durante el año pasado y la mayoría han sido puestas en libertad para esperar audiencias judiciales, frustrando los esfuerzos de Trump para frenar una nueva ola de migrantes.
El Departamento de Justicia indica que más de 436.000 casos pendientes incluyen una solicitud de asilo. La administración del presidente de Estados Unidos anunció el cambio en julio y cuatro grupos de derechos de los migrantes se opusieron de inmediato.
Mientras que las autoridades mexicanas rompieron en lo que va de 2019 el récord con el mayor número de migrantes centroamericanos indocumentados que fueron deportados desde 2015, con un total de 102.314 guatemaltecos, hondureños, salvadoreños y nicaragüenses del 1 de enero a 31 de agosto de este año.