Escondida en algún rincón selvático y retirado del condado de Johnson, se alza, abrazada por un paraje verde frondoso, la mansión más cara del estado de Arkansas, que oculta en sus pasillos y senderos viajes impensables en el espacio y el tiempo.
Conocida como "Spirit of Avalon" [Espíritu de Ávalon], la casa se erige como un tributo al medievo. Su construcción se inspiró en una antigua leyenda celta, que cuenta que en algún páramo de las Islas Británicas se esconde Ávalo, un lugar mitológico en el que conviven nueve reinas hadas con manzanos que dan frutos deliciosos todo el año.
En esta isla desconocida, habrían encontrado en el siglo XII un imperial ataúd de roble con una insólita leyenda tallada: "Hic iacet sepultus iclitus rex Arthurus in insula Avalonia", o "Aquí yace sepultado el Rey Arturo, en la isla de Ávalon", según relató en sus escritos el cronista de la época Giraldus de Cambray.
Como si se tratara de esta misteriosa isla, la mansión de Arkansas, construida en 1992, oculta en sus 73.000 metros cuadrados, mágicos lagos, cascadas y una red de túneles subterráneos acuáticos.
El dueño de la propiedad, Dennis Langley, ordenó crear estos pasadizos de agua a finales de los noventa. Según contó The Wall Street Journal, Langley, que trabajó para el negocio del gas natural, fue siempre un amante del buceo, por lo que decoró los túneles con estatuas, falsos fósiles y peces exóticos. Abriéndose paso a través de las galerías acuáticas, se desemboca en un estanque de nueve metros de profundidad.
Otro de los puntos más sobrecogedores de la mansión es su torreón medieval, que se alza como el punto más alto del condado de Johnson. Recorriendo una ruta exterior, se llega a una cascada de nueve metros. Y los más valientes, pueden lanzarse también desde el acantilado de la casa hasta la piscina climatizada de 10 metros y medio de profundidad (35 pies).
Aunque los exteriores de la vivienda y la inmersión y conexión que permite esta con el entorno natural son invaluables, el interior no decepciona. En la casa, uno puede perderse en la biblioteca de dos pisos que construyeron los propietarios en 2002, relajarse en la sauna o sentarse junto a la chimenea.
El estilo europeo y los toques hogareños propios de una cabaña se funden en las diferentes estancias de la casa, también en sus seis dormitorios. Figuras de dragones se apostan en las puertas y amplias vidrieras recorren todo el espacio.
Según informó KCTV, la dueña de la propiedad decidió ponerla en venta tras la muerte de su esposo, Dennis Langley. Está disponible para todo aquel que pueda pagar los 11.800.000 USD que cuesta. Además, el nuevo propietario deberá pagar USD 13.000 en concepto de impuestos.
"Es difícil describir este lugar. Hay una atmósfera mágica", dijo a la cadena KCTV Katie Casey, la agente inmobiliaria encargada de la venta de la casa.