El jueves, la Policía de Nueva Jersey consiguió una orden judicial para registrar el domicilio de Robert Frank Williams, un hombre de 53 años acusado de agredir sexualmente a una menor. Durante el registro, buscaban discos duros, tarjetas de memoria, USB o cualquier otra prueba que pudiera demostrar que el sospechoso era un pedófilo y había agredido sexualmente a la niña de 13 años. Pero no esperaban, en ningún momento, ver lo que encontraron.
Escondido en un armario, los agentes hallaron un gran contenedor con "restos humanos momificados", según informó la Oficina del Fiscal del Condado de Essex al medio local Daily Voice. Además, en el interior de su dormitorio, Robert Frank Williams había instaurado un altar a alguna deidad desconocida.
Las autoridades informaron que ya se están analizando los huesos humanos hallados, y explicaron que se desconoce por el momento si los restos pertenecen a niños o adultos, así como su identidad o procedencia. Declinaron además ofrecer más información.
En su cuenta de Facebook, Robert Frank Williams solía publicar imágenes perturbadoras. En una de ellas, aparece una repisa de color blanco decorada con cuernos, velas encendidas, estampas, varias figuras pequeñas de guerreros, y una bola de cristal. En otra de las imágenes, se ve un hexagrama dibujado con tinta roja en el suelo y rodeado por un círculo. Sobre el símbolo, colocó velas, cuchillos o navajas afiladas, y la bola de cristal, como si fuera a realizar algún tipo de ritual. En otra de las imágenes, se observan siete piedras, la mayoría con forma de cruz, que parecen proceder de las tumbas de un cementerio.
"Están son algunas de las lápidas que adquirí y que también vendo", escribió Williams junto a la última de las imágenes.
La Oficina del Fiscal del Condado de Essex confirmó que los abusos hacia la menor, de 13 años de edad, comenzaron en 2018 y se repetían con frecuencia. El viernes, las autoridades procedieron a la detención de Williams, que enfrenta cargos por agresión sexual agravada de primer grado; por participar en un acto de penetración a un niña de 13 años, y por poner en peligro el bienestar de un menor al producir artículos que conducen a la explotación sexual o el abuso de un niño.
También fue acusado de participar en una conducta sexual con un niño y de un cargo por profanar restos humanos en segundo grado.
La Fiscalía recordó que la investigación continúa abierta y que podrían presentarse más cargos.