Aquel día de finales de julio, Bruce Kagan no se percató de que tenía una herida abierta en la pierna. Era un pequeño e imperceptible corte que no le infligía ningún dolor, pero que días después le llevó a temer por su propia vida.
El hombre de 68 años había ido a nadar a Hammonasset Beach State Park. Disfrutó del baño en la idílica playa y regresó a su casa. No sintió dolor ni letargo hasta algunos días después.
El 30 de junio, Bruce Kagan se presentó por su cuenta en la sala de emergencias del hospital. Allí, en seguida acertaron con su diagnóstico: durante su baño en el mar había contraído fascitis necrosante, un tipo de infección producida por una bacteria carnívora que se alimenta del tejido humano.
El equipo de cirujanos luchó para contener la infección e impedir que siguiera propagándose. Sin embargo, el 1 de agosto, después de muchos esfuerzos, decidieron que la única opción para salvar la vida del paciente era amputar.
"Todo por un pequeño corte. Es todo lo que era: un pequeño corte. Nada más y nada menos que eso", lamentó Bruce Kagan en una entrevista con la cadena estadounidense NBC. "Mi vida cambió de un momento en el que pensaba 'Todo va a salir bien', al momento siguiente en el que era: 'No sabemos si vas a estar bien'", añadió.
La presencia de esta bacteria en aguas de Connecticut no es habitual, ya que prefiere aguas más cálidas, por encima de los 13 grados centígrados. Sin embargo, en la última década se ha propagado en la costa de ese estado como consecuencia del cambio climático, que ha aumentado la temperatura del mar. Esto, unido al hecho de que cada vez hay grupos de personas más expuestas -como aquellos con problemas del sistema inmune, diabetes, cáncer o enfermedades renales- ha provocado que el número de casos haya incrementado en la zona en los últimos años.
"A lo largo de esta personas inmunocomprometidas, con enfermedades hepáticas graves, por lo que tenemos más personas en riesgo de este tipo de infección", dijo el doctor Joseph Glassford Garner en declaraciones a la NBC.
Según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades, las infecciones por este tipo de bacteria, denominada Vibrio Vulnificus, son mortales en aproximadamente el 20% de los pacientes. Las cifras oficiales apuntan a que anualmente se producen unos 205 casos en EEUU.
Un estudio publicado en 2019 por el sitio web especializado Annals of Internal Medicin, concluyó que la bacteria se extiende por la costa estadounidense como consecuencia del cambio climático. Elaborado por el Hospital Universitario Cooper de Nueva Jersey, la investigación encontró que en los últimos años se había incrementado el número de contagios en la zona. Mientras en 2015 y 2016 sólo se reportó un caso, entre 2017 y 2018 se registró un total de cinco en ese estado.
"Todo lo que puedo decir"-contó Bruce Kagan- "es que soy de lejos una de las personas más afortunadas del mundo entero, de lejos. No sé cómo lo hice, pero lo conseguí".
"Tengo 20, quizás 25 años más en la Tierra. Y voy a aprovecharlos. Eso es lo que voy a hacer", añadió.