Las autoridades investigan el tiroteo del sábado en El Paso, ciudad estadounidense en la frontera con México, como un posible crimen de odio tras conocerse un manifiesto relacionado con el sospechoso del ataque, que dejó al menos 20 muertos.
Un hombre blanco de 21 años, de Allen, un suburbio de Dallas, se entregó a la policía tras el tiroteo en una tienda de Walmart que dejó, además, 26 heridos.
Los medios estadounidenses lo identifican como Patrick Crusius, y lo vincularon con un manifiesto publicado en internet que incluye pasajes xenofóbicos.
Crusius escribió que el ataque "es una respuesta a la invasión hispana de Texas" y aludió a los tiroteos en Christchurch, Nueva Zelanda, donde un hombre blanco mató a 51 fieles al abrir fuego dentro de una mezquita en marzo.
Afirmó que estaba "defendiendo" a su país "del reemplazo cultural y étnico provocado por una invasión".
También se quejó de que el rifle AK-47 que eligió "no estaba diseñado para disparar rondas rápidamente, por lo que se sobrecalienta mucho después de que se disparan unos 100 tiros en sucesión rápida". Para contrarrestar esto, dijo que usaría un guante resistente al calor.
Crusius escribió que probablemente pasó menos de un mes preparándose para el tiroteo. "Tengo que hacer esto antes de perder el valor", señaló en el texto.
Las autoridades confirmaron el vínculo entre el sospechoso y el texto. "En este momento tenemos un manifiesto de este individuo que hasta cierto punto indica que tiene un nexo con un posible crimen de odio", dijo el jefe de policía de El Paso, Greg Allen, en una conferencia de prensa.
El manifiesto fue publicado poco antes del ataque en un foro extremista del sitio 8Chan, en el que son habituales las diatribas xenofóbicas entre seguidores de Donald Trump. El documento también incluye una protesta contra la automatización y las corporaciones de Estados Unidos. "La verdad incómoda es que nuestros líderes, demócratas y republicanos, nos han estado fallando durante décadas", opinó.
Luego dice que su muerte será "probablemente inevitable": "Si la policía no me mata, probablemente uno de los invasores me disparará."
"La captura en este caso es mucho peor que morir durante el tiroteo, porque de todos modos recibiré la pena de muerte", agregó.
La policía de El Paso dijo que no hubo intercambio de disparos cuando Crusius fue detenido.
Las cámaras de seguridad del lugar muestran a Crusius portando un poderoso rifle AK-47, considerado un arma de guerra. El joven viste una camiseta negra, un pantalón claro y unos lentes.
Primero abrió fuego contra la gente que estaba en el estacionamiento del centro comercial, entre los que se encontraban niños y adultos. Acto seguido se dirigió al interior de la tienda. Entró por la puerta principal, se lo veía confiado y tranquilo. Un testigo dijo que actuaba como si estuviera "en una misión".
Una mujer que iba a hacer compras en el lugar le dijo a Fox News que escuchó "como fuegos artificiales" mientras buscaba un lugar para estacionar. "Me dirigí a la salida", narró.
"Vi a un hombre con una camiseta negra y pantalones de camuflaje que llevaba lo que parecía ser un rifle, apuntaba a la gente y disparaba directamente a ellos, vi a tres o cuatro cayendo al suelo", continuó.
El tiroteo duró en total 20 minutos y por la cantidad de muertos y heridos, se convirtió en la octava más mortífera de la historia de Estados Unidos, un país en el que este tipo de actos no es ajeno.
De acuerdo con algunos medios estadounidenses, el sospechoso le confesó a la policía que su objetivo era disparar "a la mayor cantidad de mexicanos posibles".
El Paso, sobre el río Grande (Bravo) que separa a Estados Unidos y México, tiene 680.000 habitantes, 83% de ellos de ascendencia hispana, según datos del censo.
Es vecina a la mexicana Ciudad Juárez, que cuenta con una población de 1,5 millones, y ambas mantienen una intensa dinámica social y comercial, con ciudadanos yendo y viniendo para trabajar, estudiar o hacer compras.
En los últimos meses, El Paso también se ha convertido en uno de los puntos de entrada más movidos para los inmigrantes indocumentados, especialmente de América Central, que buscan asilo en Estados Unidos.
Tres de los muertos y seis de los heridos en el tiroteo eran mexicanos, informó el Gobierno de López Obrador.
(Con información de AFP)
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