El ritmo de crecimiento anual de la economía de Estados Unidos se ralentizó en el segundo trimestre del año a 2,1%, un punto porcentual menos que en el primer trimestre, pero más que el 1,8% previsto por analistas, según la primera estimación del gobierno publicada el viernes.
El Departamento de Comercio publicó una revisión de la economía del país de los últimos cinco años en la que se releva que el crecimiento a finales de 2018 fue mucho menor que el estimado (1,1% en cuarto trimestre, en lugar de 2,2% anteriormente reportado), periodo en el que la Resrva Federal (Fed) elevó las tasas de interés.
Según los datos oficiales, el gasto de los consumidores, que en el país supone dos tercios de la actividad económica, aumentó un 4,3 %, frente al 1,1 % registrado en el primer trimestre, mientras que la inversión fija empresarial se redujo un 0,8 %, la mayor caída trimestral en tres años.
La cifra de crecimiento se da a conocer una poco antes de que la Fed celebre su próxima reunión de política monetaria, en la que podría rebajar los tipos de interés, actualmente entre el 2,25 % y 2,5 %.
De producirse este recorte del precio del dinero sería el primero en más de una década. El informe de este viernes confirma que la economía estadounidense ha dado señales dispares sobre su estado.
Por un lado, el mercado laboral mantiene su solidez, con una tasa de desempleo por debajo del 4 %, en niveles no vistos en medio siglo; mientras que la inflación se mantiene contenida y por debajo de la meta anual del 2 % marcada por la Fed.
Asimismo, la guerra comercial desatada con China por el proteccionismo comercial del presidente Donald Trump ha aumentado la preocupación entre los empresarios, con multimillonarios aranceles tanto a la exportación como a la importación.
Por su parte, Trump ha insistido en que la Fed debería bajar los tipos para impulsar la actividad económica. Después de que esta subiera las tasas de interés a principios octubre de 2018 por cuarta vez en el año, el presidente comentó "el problema que tengo con la Fed es que se está volviendo loca. No sé cuál es su problema. No se porque están elevando las tasas de interés y es ridículo."
Además, el mandatario estadounidense se ha quejado que no "compite" de manera justa con el gobierno chino, ya que el presidente Xi Jinping "pueda hacer lo que quiera" con la economía y las tasas de interés de China.
A pesar de esto Powell se ha mostrado reacio a bajar las tasas. Algunos expertos dicen que Powell no quiere mostrar que ni él ni la Fed -la Fed funciona como el banco central de EE.UU. pero es independiente del gobierno de turno- pueden ser intimidados por el presidente.
Pero en sus declaraciones al Congreso de EE.UU. hace unas semanas, Powell insinuó que la Fed muy posiblemente baje las tasas. Esto disparo la confianza de los prestamistas en Estados Unidos y generó mucho optimismo en Wall Street, que terminó con ganancias récord y el S&P 500 -el indice llego por primera vez en la historia por encima de los 3.000 puntos- el 10 de julio, día de las declaraciones de Powell.
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