Donald Trump llegó a un acuerdo con la oposición sobre el presupuesto, que aumenta el gasto federal y evita la posibilidad de una parálisis del gobierno hasta después de las elecciones presidenciales de 2020.
El pacto, que fue anunciado vía Twitter por Trump y en un comunicado conjunto difundido por la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi y el líder demócrata en el Senado Chuck Schumer, restaurará la capacidad del gobierno de solicitar préstamos para saldar sus cuentas.
A grandes rasgos, el acuerdo destina 1,37 billones de dólares en gastos para las agencias el próximo año y un poco más para el periodo fiscal 2021. El pacto representaría un triunfo para los legisladores que deseaban colocar nuevamente a Washington en un rumbo mucho más predecible en un entorno de agitación política y polarización, en el que el sector de línea dura en cuestión de defensa está determinado a asegurar grandes incrementos en el gasto militar y los demócratas buscan proteger los programas domésticos.
Nadie se atribuyó una victoria, pero ambas partes coinciden en que el acuerdo es mejor que una prolongada batalla en los próximos meses.
"Me complace anunciar que se ha llegado a un acuerdo (…) sobre un presupuesto de dos años y el límite de la deuda", indicó Trump, presentándolo como "un verdadero compromiso".
….This was a real compromise in order to give another big victory to our Great Military and Vets!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) July 22, 2019
"¡Este fue un verdadero compromiso para dar otra gran victoria a nuestros grandiosos militares y veteranos de guerra!" añadió Trump.
Según fuentes cercanas a las negociaciones, el acuerdo incluye un incremento del tope de la deuda de Estados Unidos hasta fines de julio de 2021 (nueve meses después de los comicios), a fin de evitar un incumplimiento de pagos si el país ya no puede pedir préstamos, y prevé un aumento del gasto público al elevar el límite presupuestario para el sector de la defensa y para las inversiones nacionales, y otros gastos discrecionales para los años fiscales 2020 y 2021.
Batalla abierta
Pese a que cuenta con el respaldo de los líderes de ambos partidos, el acuerdo afronta una fuerte resistencia de legisladores influyentes de ambos partidos, entre ellos Patrick Leahy, el senador demócrata de mayor rango en el comité de Gastos del Senado.
"Me preocupa que la Cámara Baja esté dispuesta a darle (a Trump) flexibilidad para que agarre el dinero y lo mueva donde quiera, incluido el muro (con México). Así que tal y como está ahora, yo no voy a votar a favor", dijo Leahy al diario The Washington Post.
Algunos republicanos también lamentaron que el paquete amplíe tan generosamente la capacidad de gasto del Gobierno, en un año en el que se espera que el déficit alcance el billón de dólares, y con una deuda que este mes llegó a los 22 billones.
"Con una deuda federal de más de 22 billones de dólares y en aumento, esto no es un juego", había tuiteado más temprano Mike Johnson, presidente de la bancada conservadora en la Cámara de Representantes.
La negociación corrió contra el reloj en los últimos días, ya que el viernes la Cámara de Representantes inicia un receso de seis semanas. El secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, había advertido la semana pasada que, a menos de que se alcanzara un acuerdo, el gobierno podría quedarse sin dinero a principios de septiembre, antes de que el Congreso vuelva a reunirse.
El presupuesto del gobierno federal es tradicionalmente deficitario, por lo que Washington no tiene más remedio que pedir prestado para financiar sus operaciones, como el pago de salarios, pensiones y otros gastos ya aprobados por el Congreso.
(Con información de AFP, EFE y AP)