Estados Unidos anunció la imposición de nuevas sanciones contra una importante empresa estatal china por importar petróleo iraní, en una medida enmarcada en el aumento de tensiones con el régimen persa y que también podría irritar al gigante asiático, rival en un enfrentamiento comercial de potencias.
Inicialmente, China estaba entre los ocho países exentos de la prohibición de comerciar crudo de Irán, pero la disposición expiró el 2 de mayo y no fue renovada.
"Como parte de esa campaña de presión máxima, anuncio que Estados Unidos impone sanciones a la compañía china Zhuhai Zhenrong y su director ejecutivo Yumin Li", dijo el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo en un discurso. "Violaron la ley estadounidense al aceptar crudo" por parte de Irán, explicó.
En consecuencia, la sanción prohíbe realizar negocios tanto con la firma como el ejecutivo, quienes no podrán hacer transferencias ni poseer bienes en jurisdicción estadounidense.
Zhuhai Zhenrong es una de las mayores compradoras de petróleo iraní, aunque la imposición de estas medidas no asegura que la empresa vaya a dejar de comerciar con el régimen persa. De todas formas, Pompeo celebró su éxito y aseguró: "El 90% del crudo iraní ha sido efectivamente sancionado y retirado del mercado".
La empresa estatal china ya había estado sancionado entre 2012 y 2016, período previo a la entrada en vigor del acuerdo nuclear, que fijó el levantamiento de medidas a cambio del desmantelamiento del programa atómico persa. El pacto fue abandonado por el gobierno de Donald Trump en mayo de 2018.
La medida es un paso más en la escalada de tensiones entre Washington y Teherán. "No podemos tolerar que más dinero llegue a los ayatollah, poniendo en riesgo las vidas de soldados y marinos estadounidenses. Es muy importante", recalcó.
Según Bloomberg, China compró cerca de 12 millones de toneladas de crudo iraní en los primeros cinco meses del año, antes del fin de las exenciones estadounidenses.