Un nuevo cargo de homicidio en primer grado fue agregado este jueves en el proceso contra las dos mujeres acusadas de estrangular y matar a Marlen Ochoa, una joven embarazada para arrancarle del vientre a su criatura.
Clarisa Figueroa, de 46 años, y su hija Desiree de 24, comparecieron nuevamente ante un juez de la corte del Condado de Cook, donde esta vez fueron acusadas además de la muerte del bebé Yovani López, y se les negó derecho a fianza.
Las dos ya habían recibido 27 cargos formales, que incluían homicidio en primer grado, secuestro agravado, agresión agravada contra un menor y desmembramiento de un cuerpo.
La criatura fue rescatada con vida el 23 de abril, pero sufrió daños cerebrales cuando estrangularon a la madre y falleció un mes y medio después de permanecer conectado a un respirador artificial en un hospital de un suburbio de Chicago.
Las dos mujeres fueron arrestadas en mayo, cuando la Policía comprobó que habían asesinado a Marlen, de 19 años, para robarle el bebé que Clarisa pretendió pasar como propio.
Madre e hija la atrajeron a una casa en el suroeste de la ciudad con la promesa de donarle ropas, un carrito de bebé, entre otros artículos.
Según lo informado por la Fiscalía, Clarisa había anunciado en octubre que estaba embarazada y en los meses siguientes orquestó con su hija un plan para asesinar a una mujer embarazada para robarle el bebé.
El cuerpo de Ochoa fue arrojado a un contenedor de basura, donde fue encontrado el 14 de mayo.
El novio de Clarisa, Piotr Bobak, que según los fiscales limpió la escena del crimen y confirmó la historia de que el bebé les pertenecía, se ha declarado inocente, pero sigue detenido sin derecho a fianza.
Crónología de un error
El 6 de marzo Marlen Ochoa publicó en un grupo de de Facebook que aún le faltaban cosas antes del nacimiento de su bebé.
"Debido a que estoy en la escuela y no puedo trabajar en este momento, no puedo permitirme comprar el resto de las cosas ya que en este momento no tengo suficiente dinero", escribió Ochoa.
Clarisa Figueroa respondió que su hija tenía ropa extra para bebés que nunca se había usado, afirmó, y explicó que "tuvo la suerte de tener dos baby shower, así que le encantaría difundir la riqueza".
El 23 de abril, dos mujeres, Clarisa Figueroa, 46 años, y su hija Desirée, de 24, engañaron a Marlen Ochoa y la invitaron a su casa con el pretexto de regalarle ropa para el hijo que tendría en mayo.
Cuando la joven llegó a la vivienda de las desconocidas, Clarisa Figueroa la estranguló y le realizó un corte en el vientre para quedarse con el bebé. Después arrojó el cuerpo de Marlen a un bote de basura.
Horas después de la agresión, el 911 recibió una llamada de alerta sobre el estado crítico de un recién nacido.
"La persona que llamó dio a luz hace 10 minutos", dice un despachador del 911 en grabaciones de audio obtenidas por WLS. "46 años de edad. El bebé no está respirando. El bebé está pálido y azul. Ellos están haciendo RCP".
El bebé fue llevado al hospital en estado crítico, informaron los funcionarios a los medios locales. Según la familia de Ochoa-López, era el bebé de la adolescente desaparecida que había sido cortado y arrancado de su cuerpo.
Al llegar a la sala de observación, Clarisa Figueroa tenía la cara y la parte superior del cuerpo manchadas de sangre. No mostraba evidencias físicas propias de un parto, y sus trompas de falopio estaban ligadas. Todos los signos apuntaban a que el bebé no era suyo, pero el hospital, por algún motivo que aún se desconoce, no sospechó lo que ocurría, y no alertó a las autoridades.
Tras los señalamientos y varias investigaciones de la familia, el 7 de mayo las autoridades investigaron la propiedad donde hallaron los restos de Marlen varias semanas después. Detuvieron a varias personas para su interrogatorio.
El padre de Marlen, Arnulfo Ochoa, reveló que fueron ellos quienes investigaron primero y dieron múltiples pistas a la policía que llevaron a la zona donde la citaron para, supuestamente, regalarle la ropa y carriola de bebé, pero donde la mataron.
Los exámenes de ADN confirmaron que Yovani López era el padre del recién nacido. Para poder cuidar de su hijo todo el tiempo, dejó su trabajo. A través de Change.org, su familia inició una colecta para ayudarlo económicamente. Esperan conseguir USD 25.000, que irán destinados al "futuro" de sus hijos. Además de Yardiel, la pareja tenía un niño de tres años, Joshua.
El joven de 19 años dijo que no entiende por qué asesinaron de esa forma a su esposa que nunca hizo daño a nadie: "es muy doloroso, que le pase a tu esposa que conviviste con ella y ahora está ahí con los ojos cerrados, ¿por qué estas personas tan malas hicieron esto? ella no les hizo nada, por qué si sabían que tenía un hijo pequeño de tres años".
Clarisa Figueroa y su hija, Desiree Figueroa, comparecieron en una audiencia en la que se les negó la fianza y se les presentaron formalmente los cargos en una corte del condado de Cook tras ser acusadas por la policía, de asesinato en primer grado. A Piotr Bobak también se le negó fianza.
Los cargos que enfrentan las tres personas son homicidio en primer grado y agresión agravada.
"Clarisa tomó un cuchillo y cortó el vientre de la víctima de lado a lado para después remover el cordón umbilical, la placenta y el bebé del interior (…) después pusieron la placenta y al niño en una cubeta con el cordón umbilical colgando", detalló el fiscal.
El 20 de mayo Yovani López, padre del bebé de Marlen, declaró que aunque su hijo sufrió graves daños cerebrales y no tenía actividad cerebral no desconectarían a Yardiel, por lo que esperan "un milagro".
Una semana después, Yovani abrió por primera vez sus ojos. A más de un mes de su nacimiento, ya no depende completamente de un respirador artificial, según contó la familia a la cadena de noticias Univisión Chicago. Lo conectan por intervalos de quince minutos.
A pesar de los avances, este 14 de junio Yovany Jadiel López falleció este viernes por una severa lesión cerebral y tras luchar por su vida desde el pasado 23 de abril.
Un año antes de que asesinara a la joven de 19 años, Clarisa les dijo a sus familiares que volvería a ser madre, incluso les mostró un ultrasonido, que en realidad había sacado de internet.
Desiree, hija de Clarisa, se sorprendió ya que la mujer de 46 años ya no podía ser madre debido a que le habían ligado las trompas años atrás.
Poco a poco le fue revelando su plan, fríamente le confesó que sería madre aunque tuviera que matar para conseguirlo, lo dijo de forma literal.
Meses después Desiree se embarazó y Clarisa decidió que era hora de tener un bebé para que ambas criaran juntas a sus hijos. Por eso que se suscribió a la página de Facebook de mamás y preguntó que quién daría a luz en mayo, quería celebrar el 10 de mayo ya con el bebé.
En el tiempo que pasó en el hospital, donde se hizo pasar durante más de dos semanas por la madre del pequeño, Clarisa Figueroa abrió una campaña en GoFundMe con la complicidad de su pareja, Pete Bobak. Querían recibir donaciones para ayudar al "pequeño Xander", su hijo moribundo, así que en la página adjuntó algunas fotografías en las que aparecía en la cama del hospital junto al bebé.
Con información de EFE