El presidente estadounidense, Donald Trump, recibió este viernes en la Casa Blanca a los astronautas de la misión Apolo 11 Buzz Aldrin y Michael Collins, cuando se cumplen 50 años de la llegada a la Luna.
"Mañana es un gran día", dijo Trump. Son "50 años después del día en el que plantamos la hermosa bandera estadounidense en la Luna".
Aldrin y Collins son los únicos dos tripulantes que siguen con vida del Apolo 11.
Neil Armstrong, el comandante de la misión y el primer hombre que pisó la Luna, falleció en 2012. Pero sus hijos Eric y Mark y sus familiares estuvieron en el Despacho Oval y el presidente estadounidense les pidió que se identificaran levantando la mano.
Aldrin, de 89 años, bajó a la Luna justo después de Armstrong. Collins permaneció en órbita lunar en el módulo de comando Columbia, el único medio de transporte que los astronautas tenían para regresar a la Tierra.
El aniversario de la misión será celebrado el sábado en Houston, donde está la sala de control de la NASA, en el centro espacial Johnson.
"¡Recién tuvimos una excelente reunión con el presidente Donald Trump! Discutimos el futuro de Estados Unidos en el espacio, las formas de abordar los desafíos espaciales y la necesidad de seguir explorando más allá del horizonte", escribió Aldrin en Twitter.
"Que Estados Unidos siga siendo grande en el espacio", concluyó el astronauta.
En mayo, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, anunció que la política oficial de EEUU era enviar en un plazo de cinco años astronautas estadounidenses a la Luna, incluyendo a la primera mujer.
"Por orden del presidente, la política oficial de esta administración y de Estados Unidos es hacer volver a los astronautas estadounidenses a la Luna en cinco años", dijo Pence durante un discurso en Huntsville, Alabama.
"La primera mujer y el próximo hombre en la Luna serán astronautas estadounidenses, lanzados por cohetes estadounidenses desde suelo estadounidense", añadió.
La fecha marcada hasta ahora para un regreso al satélite natural de la Tierra era 2028, pero el gobierno de Donald Trump ha manifestado su frustración por los retrasos y los excesos presupuestarios del programa de la NASA para construir su próximo gran cohete SLS, cuyo primer vuelo fue reprogramado recientemente para 2021.
Con información de AFP
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