Edificios desmoronándose como si fuesen un pedazo de galleta, emblemáticos lugares engullidos por un tsunami devastador y miles de personas atrapadas en los escombros que dejó un enorme sismo son elementos primordiales de un panorama que presentaría Hollywood si hablase de un gran terremoto producido por la falla de San Andrés.
¿En realidad es posible que ocurra un fenómeno de tales proporciones? ¿Existe la probabilidad de que la falla de San Andrés ocasione la separación de la masa continental?
Alrededor de las 10:30 am del 4 de julio, un fuerte sismo sacudió a la ciudad de Los Ángeles, California, así como algunas zonas aledañas entre ellas Nevada e incluso Las Vegas. El servicio geológico de la zona informó que la magnitud había sido de 6.4 con un epicentro a poco menos de 12 kilómetros de Searsles Valley.
Susan Hough, del Servicio Geológico de Estados Unidos, mencionó que "para un terremoto de tal magnitud se esperan muchos temblores secundarios" y enfatizó el hecho de que en cualquier sismo de ese tipo "hay un 5% de posibilidades de que algo aún más grande suceda en los próximos tres días".
(Video: Twitter)
Otro caso significativo y reciente se dio en 2010, cuando un sismo de magnitud 6.0 se sintió en el territorio de Napa, al sur de California, y el lugar en donde se presentaron la mayor cantidad de daños fue en Mexicali, Baja California, en México.
"Las tasas de terremotos son bastante variables: tenemos una década o dos en las que no tenemos muchos y la gente espera que así se mantenga California, pero eventualmente veremos dramáticamente un cambio en las tasas de terremotos", explica Elizabeth Cochran, sismóloga del Servicio Geológico de los Estados Unidos.
Los expertos son conscientes de que el área en la que se encuentran es una zona sísmica, pues comparten el territorio con la falla de San Andrés, la cual marca el limite entre la placa del Pacífico y la placa de Norteamérica y ésta se extiende a través de 1.300 kilómetros aproximadamente, sobre los estados de California, en Estados Unidos, y en Baja California, en México.
De hecho, miles de pequeños sismos ocurren en California cada año, lo que proporciona a los científicos indicaciones sobre los lugares donde las fallas cortan la corteza terrestre.
Por ejemplo, Susanne Jänecke, geóloga de la Universidad Estatal de Utah, formuló una hipótesis sobre el probable sitio del próximo gran terremoto originado por la falla de San Andrés gracias al descubrimiento de una zona cortada con dos fallas maestras y casi paralelas, así como cientos de fallas cruzadas más pequeñas. A ese sitio lo nombraron la Escalera Durmid.
Además, la Escalera Durmid, según la especialista, revela que el extremo sur de la falla de San Andrés cambia gradualmente en la zona sísmica de Brawley.
Una explicación al sistema de fallas de San Andrés la da el geólogo Trevor Nace, quien explica que éste es el resultado de que la placa del Pacífico se mueva hacia el noroeste a la par de la placa de Norteamérica. Además, también detalla que la mayoría de las fallas del sur de California son de deslizamiento, por lo que se mueven paralelas entre sí en dirección opuesta.
La mayor preocupación que supone la falla de San Andrés se encuentra en su extremo sur, ya que se tienen registros de su actividad sísmica cada 150 años. Pero actualmente han pasado 300 años sin que esta parte haya tenido un movimiento realmente fuerte, por lo que la acumulación de energía podría ocasionar uno de los terremotos más devastadores de la historia.
En Estados Unidos lo llaman "Big One", el cual es un terremoto hipotético de magnitud mayor a 7.5 y el cual ocurriría a lo largo de la propia falla de San Andrés y afectaría a ciudades como Los Ángeles, Palm Springs y San Francisco.
En 2016, la investigadora en sismología del Instituto de Tecnología de California, Jennifer Andrews señaló que "la información con la que trabajamos los científicos indica que el extremo sur de la falla de San Andrés es en la que es más probable que se produzca un gran terremoto en los próximo 30 años".
Miedos por la separación de los territorios
Otro de los mayores miedos de las personas respecto a este fenómeno geológico es que el desplazamiento de las placas provoque la separación de la alta y baja California. Sobre este punto, Thierry Calmus, investigador del Instituto de Geología de la UNAM, señala que la población debe mantenerse tranquila, pues no es algo que pudiese ocurrir pronto.
"La placa del Pacífico se mueve hacia el noroeste, pero cuando digo se mueve, ésta lo hace a una velocidad promedio de cuatro centímetros por año, pero se trata de una escala geológica, no de una humana".
En este contexto, el especialista señala que ha escuchado la idea de que la península de Baja California se va a desprender. Ante eso él respondería sí y no. "Sí, porque a escala geológica podría suceder, pero a la velocidad referida alcanzaría un desplazamiento de 40 km dentro de un millón de años. Faltarían decenas de millones de años para que se desprenda, si es que llegara a hacerlo".
Las películas de ciencia ficción han instaurado otro temor en las personas y éste se relaciona con la posible caída de California hacia el océano a causa de los movimientos de las placas que conforman a la falla de San Andrés.
Trevor Nace destaca que la naturaleza fundamental del sistema de fallas de San Andrés, no permitiría la caída de la tierra en el lado oeste de la falla, pues "se movería progresivamente hacia el norte a lo largo de la costa de California y finalmente se abriría camino hacia la misma dirección en que se encuentra Alaska".
La influencia de un terremoto tan potente como el "Big One" se vería en los incontables daños materiales y humanos que provocaría, pero destaca que hay limitaciones físicas en las posibilidades del movimiento de la falla.
Este video muestra el desplazamiento de la masa continental (Video: Youtube)
Por lo tanto, algún día, explica Nace, Los Ángeles podrían estar muy cerca de San Francisco, pero eso no provocaría "una caída de masiva o un movimiento tan fuerte hacia el oeste como para que California caiga en el océano".
Cuál es la situación de California respecto a la falla de San Andrés
El estado de California se encuentra en la intersección de dos de las placas más importantes del mundo: la del Pacífico y la de Norteamérica y este punto de encuentro corre por la costa occidental de Estados Unidos hasta Alaska.
Entonces, el movimiento de la falla de San Andrés que impacta sobre este estado es resultado del desplazamiento opuesto entre este par de placas tectónicas masivas.
Según los especialistas, este fenómeno continuará arrastrando partes de California hacia el norte, más específicamente aquellas que estén en la costa occidental. Además, eventualmente, la placa de Juan de Fuca desaparecerá debajo de la norteamericana, mientras que el tramo de la costa oeste será en donde se extienda la placa del Pacífico.
Si bien la posibilidad de un terremoto con consecuencias devastadoras se mantiene latente, ya que sólo es cuestión de que se libere la energía acumulada, resalta el hecho de que en la actualidad el movimiento de la falla de San Andrés aún no tendría consecuencias tan grandes sobre la masa continental.