Este viernes 28 de junio, Ayoola Ajayi, de 31 años, fue acusado por el homicidio agravado, secuestro y profanación del cuerpo de Mackenzie Lueck, una joven de 23 años que desapareció luego de tomar un Lyft en Salt Lake City, Utah. El anuncio fue hecho a los medios por Mike Brown, jefe de la Policía de esa ciudad.
Este jueves, las autoridades catearon la vivienda del sospechoso en Salt Lake City, donde hallaron artículos personales de Lueck, como toallas femeninas, y que correspondían con su ADN. Las autoridades acudieron a la vivienda por reportes de vecinos de Ajayi, que aseguraron haberlo visto usando gasolina para quemar algunas cosas en su patio trasero el 17 y 18 de junio pasados.
"Se realizó una excavación forense en el área quemada y se encontraron varios artículos personales achicharrados que pertenecían a Mackenzie Lueck", dijo Brown a los reporteros.
Ajayi es divorciado y sin antecedentes criminales, y según la cadena Fox News, un testigo llamó a la policía para informar que el acusado quería contratarlo para construir una habitación secreta en su vivienda, insonorizada y con ganchos en las paredes.
"Lentamente fue añadiendo nuevas peticiones", ha explicado Brian Wolf, "como una puerta secreta". Quería hacerlo, dijo, lo antes posible porque su novia iba a regresar a la ciudad. Wolf dice que rechazó el trabajo porque le pareció extraño.
Los investigadores rastrearon también un vehículo y un colchón de la casa presuntamente vendido la semana pasada.
En la vivienda se encontraron diversas evidencias, según ha informado la cadena CNN citando al jefe policial, Mike Brown.
La última vez que se supo de Lueck fue justamente ese 17 de junio. Ella voló desde California –a donde viajó por el funeral de su abuela– a Utah; al llegar (a la 1:00am) se comunicó con su familia para decirles que había llegado bien, salió del aeropuerto (ya era de madrugada), tomó un Lyft hacia el Parque Hatch, al norte de la ciudad, y más nunca se supo de ella. Ni contestó nuevamente el celular ni volvió al día siguiente a su trabajo o a sus clases en la Universidad de Utah.
Lyft dijo en un comunicado que no encontró irregularidades en el viaje de Lueck y que ella había llegado al lugar que indicó en la aplicación a la hora de pedir el auto. Explicaron que el conductor llevó a otras personas luego que ella se bajara del vehículo.
Sin embargo, Juliana Cauley, una compañera de estudios de Lueck, dijo a CBS News que la joven no vivía en esa zona de la ciudad y que no entendía por qué decidió ir hacia allá una vez que aterrizó.
A través de los registros del celular de la estudiante, notaron que la última persona con la que se había comunicado era Ajayi. Además determinaron que los dos estaban juntos en el parque al que ella fue trasladada, a menos de un minuto de distancia uno del otro.
Ajayi negó que conocía a la mujer o haber tenido contacto con ella, según la policía. Pero la evidencia demostró lo contrario: la policía recibió más de 200 tips sobre este caso y un carro que estaba en su casa fue incautado para ser revisado. Eso, además de lo que hallaron en su vivienda.