El 16 de marzo de 1979 se estrenó en los Estados Unidos El síndrome de China (Jack Lemmon, Jane Fonda, Michael Douglas: Lemmon, Palma de Oro, Cannes), historia de una reportera y un camarógrafo que descubren de qué modo los responsables de una planta nuclear encubren un accidente que estuvo cerca de provocar una catástrofe en el sur de California.
Mensaje claro: advertencia sobre el letal peligro de las centrales nucleares.
El título del film es una señal de alarma: si el núcleo de un reactor instalado en los Estados Unidos se fundiera, atravesaría la Tierra hasta llegar a China. Lugar metafórico pero eficaz para el público, ya que las antípodas del país están en el Océano Índico…
Y asombrosa premonición: dieciséis días más tarde explotó el reactor TM1 de la central Three Mile Island, instalado en una isla del río Susquehanna, Pensilvania, en 1984, en un área de 3, 29 kilómetros cuadrados, y con licencia renovada hasta el 2034.
La secuencia del accidente empezó cerca de las 4.00 de la madrugada con una falla en el circuito secundario de la central: las bombas primarias de alimentación de ese circuito dejaron de funcionar a causa de una avería mecánica o eléctrica que impidió retirar el calor del sistema primario en los generadores de vapor: apagón automático de la turbina y el reactor.
En términos simples: el desastre se produjo cuando fallaron las bombas de agua refrigerante y el reactor se recalentó sin que los operadores lo supieran: los engañó una válvula de seguridad atascada. A las 10:00 de la noche, una gran parte del núcleo se había derretido o vaporizado, y todo el sistema era altamente peligroso: entre 2,5 y 15 millones de curios (el curio es un metal radioactivo sólido) contaminaron la atmósfera con su gas.
Según The New York Times, "el accidente generó una semana de miedo apocalíptico, pánico, declaraciones contradictorias, manifestaciones ruidosas e intensa confusión".
No fue para menos, en ese momento, 25 mil almas vivían a menos de ocho kilómetros de la catástrofe, y es imposible que la radiación no las alcanzara.
Choque de intereses. Mientras los voceros de la industria nuclear privada (el caso de Three Mile Island) informaron que "los estudios realizados sobre la población demuestran que no hubo daños a las personas, ni inmediatos ni a largo plazo.", Greenpeace –apoyada por estudios independientes– dijo que "existió y existe un claro aumento de casos de cáncer y leucemia en la zona más cercana a la central."
El costo de la clausura de la planta: 1.200 millones de dólares, y catorce años (1979 a 1993) de arduos trabajos para limpiar el reactor eliminando casi 100 toneladas de combustible radioactivo.
Hasta la tragedia de Chernobyl, sucedida siete años después, Three Mile Island fue el más grave de los accidentes nucleares civiles: categoría 5 en la escala internacional. Los de Fukushima I (Japón) y el ruso llegaron a la categoría 7.
Para los estudiosos del factor humano sobre el comportamiento de grupos que deben reaccionar y actuar bajo fuerte presión, "el accidente se agravó por las decisiones incorrectas tomadas por los operadores abrumados de información, en muchos casos, inútil o imposible de aplicar."Hasta hoy, la estadística general afirma que el 35 por ciento de los accidentes nucleares se deben a error humano, el 45 a fallas mecánicas o electrónicas, y el resto a una combinación: falla en la planta y errores humanos al intentar neutralizarla.
El 8 de mayo de este año, The New York Times informó que "cuarenta años después del peor accidente de una planta de energía nuclear comercial en la historia de los Estados Unidos, el único reactor que aún funciona se está preparando para su cierre, el 30 de septiembre".
Three Mile Island hoy. La planta sigue operando pero no por mucho tiempo más. El 30 de septiembre cerrará definitivamente.
La planta, propiedad de la empresa Exelon Generation, llevaba años perdiendo dinero, y sus dueños tenían la esperanza de lograr un subsidio del Estado. Pero las gestiones fracasaron.
Mala noticia para sus 700 empleados: quedarán sin trabajo.
Otro daño colateral y devastador para ellos y sus familias.
Y una extraña coincidencia. Con siete años de diferencia entre los desastres de Three Mile Island y Chernobyl, los Estados Unidos y Rusia, poderosos protagonistas de la Guerra Fría (1947 a 1991), sufrieron una hirviente y desastrosa colisión nuclear.
Un bocado de cardenal para los astrólogos…
MÁS SOBRE ESTE TEMA: