Un obrero, que por ahora permanece en el anonimato, retrató miles de escenas durante los extensos trabajos de limpieza del millón de toneladas de escombros que quedaron tras el ataque a las Torres Gemelas, en el sur de Manhattan. Pero su registro, almacenado en CD durante 18 años, estuvo a punto de desaparecer, de no ser por un grupo de archivistas que adquirió los documentos y usaron un sistema de recuperación de datos para mostrar las imágenes al mundo.
Jason Scott, quien fue el representante que realizó la compra de los CD, no ha tenido éxito en su intención de identificar al obrero que tomó su cámara (en una época previa a los smartphones) y fotografió las extensas labores de "limpieza", iniciadas una vez que se desvanecieron las esperanzas de hallar sobrevivientes.
En total, son cerca de 2.400 fotos las que los documentalistas subieron a una cuenta de Flickr, un tesoro que muestra el estado de los edificios de la zona y la intimidad de los trabajadores que participaron de las tareas.
Fue una labor fundamental para lo que es hoy el Museo del 11-S, que cuenta con piezas tan como importantes estructuras de las torres o la parte exacta en la que impactó uno de los aviones, identificada porque la columna tenía marcado el piso en el que se encontraba instalada.
"Por lo general, estos artículos son menospreciados en las ventas. Es muy probable que hubiesen terminado en un contenedor si no hubiéramos ido", dijo Johnathan Burgess, colega de Jason Scott, en declaraciones al portal BBC.
Además, explicó que fue necesario que los CD pasaran por un servicio de recuperación de datos para poder obtener las imágenes. "Es un milagro que los discos se hayan transferido tan bien. Los CD Roms de esa época son bastante irregulares", dijo.
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