Ginger Gilmer disfrutaba de las vistas al mar en su habitación de un hotel de Carolina del Sur cuando advirtió moverse en el agua unas siluetas que llamaron su atención. Muy cerca de la orilla, a escasos metros de los bañistas, nadaban tres tiburones sin que nadie a su alrededor se percatara.
En su cuenta de Facebook, Gilmer explicó que tomó las inquietantes fotografías desde el piso 15 del hotel. En ellas, se ve a padres e hijos disfrutar de un baño al sol sin advertir las sombras que se movían bajo el agua.
"¡TIBURONES! Ninguna persona tenía idea de que los acechaban. Si no se ve el fondo, no nades en él", escribió el autor junto a las imágenes, que ya se compartieron más de 25.000 veces.
"Tenía una vista increíble pero muy aterradora. La gente que se bañaba claramente no era consciente", añadió el turista para la entrevista Fox 17.
Sin embargo, algunos usuarios no estuvieron de acuerdo con Gilmer, y defendieron que las personas que se bañaban no corrían peligro, pues se trataba probablemente de ejemplares de tiburón nodriza, un animal "inofensivo en la mayoría de los casos para los seres humanos".
"He pescado mientras ellos nadaban alrededor de mis piernas. Esos pequeños amigos no te harán daño", contestó el usuario Michael Edwards.
A pesar de las diferentes opiniones que se cruzan en los comentarios de la publicación, no extraña que las fotografías impactaran a muchos. La preocupación por la presencia de tiburones en la costa este de EEUU no ha hecho más que crecer en las últimas semanas.
Sólo en Carolina del Norte tuvieron lugar tres ataques en 15 días. Enormes tiburones blancos ya fueron avistados en Nueva Jersey y el miedo a que pueda afectar negativamente al turismo llevó a muchos locales de Massachussets a retirar todos los artículos en venta con la forma de este animal.
Ya desde mayo se alertaba de la presencia de cuatro inmensos tiburones blancos en las Carolinas: Jane, Luna, Katherine y Caroline, que alcanzaban un peso de 1.000 kilos y 4 metros de longitud.
Desde que comenzara 2019, se registraron en EEUU un total de 20 ataques, de los cuales cuatro resultaron letales. Una cifra que supera ya los 16 incidentes que se producen de media anualmente en el país.