Donald Trump dijo que hay avances en la negociación con México pero "no los suficientes"

El presidente estadounidense sorprendió a México, y también a sus aliados republicanos en el Congreso, al anunciar la semana pasada que Estados Unidos aplicará a partir del 10 de junio un arancel del 5% a todos los bienes procedentes de México.

Esas tasas podrían aumentar de forma progresiva hasta alcanzar un 25% el 1 de octubre, si el país vecino no logra reducir drásticamente el flujo de migrantes de América Central que se dirigen a Estados Unidos.

Este miércoles, el canciller mexicano Marcelo Ebrard se reunió con su homólogo estadounidense Mike Pompeo, el vicepresidente Mike Pence y el director interino del Departamento de seguridad nacional  Kevin McAleenan para intentar solucionar el tema.

“Privilegiado de darle la bienvenida a la delegación mexicana a la Casa Blanca. Las negociaciones continuarán. Se han logrado avances, pero ni de cerca los suficientes. Dejé claro: México debe hacer más para enfrentar la crisis urgente en nuestra frontera sur“, escribió Pence en Twitter tras la reunión.

La versión mexicana

Ebrard, por su parte, ofreció una conferencia de prensa tras su primera reunión, que calificó de cordial, con los representantes de alto nivel del gobierno de Trump.

El canciller mexicano dijo que mañana tendrán más reuniones para “acercar posiciones”, y acordaron que se plantearán asuntos que deben tratarse más a detalle. Enfatizó que “hay voluntad de acercamiento”.

La economía sufriría si los aranceles suben: expertos

De acuerdo con el diario The New York Times, la mayoría de los analistas coinciden en que cualquier incremento arancelario por encima del 10% pondría en aprietos a la economía mexicana. Goldman Sachs calcula afectaciones anuales de USD 18.000 millones por cada cinco puntos porcentuales, lo que quiere decir que si se llega al 25%, la cifra podría ubicarse en USD 90.000 millones.

Para Siller, de Banco Base, el efecto de cualquier arancel que supere el 15%-17% se resume en una sola palabra: recesión.

Sin embargo, los consumidores estadounidenses también estarían en problemas, sobre todo los más pobres. “Éstos ya viven cerca del borde y tendrían que pagar más por productos básicos de consumo”, dijo a la agencia AP. Para muchos hogares de menores ingresos, “los aranceles son un impuesto sobre el consumo, y es probable que deban reducir gastos“, agregó.

Según los líderes agrarios mexicanos, habrá un incremento de precios en alimentos de primera necesidad como el pan, las tortillas, las sopas y el pan. 

Sin embargo, no sólo los consumidores mexicanos sufrirán por los aranceles, ya que la imposición afectará a sus vecinos del norte, que compran un gran porcentaje de tomate, aguacate y hortalizas al campo mexicano.

Los republicanos, en contra de la medida de Trump

El líder de la mayoría republicana en el Senado estadounidense, Mitch McConnell, expresó este martes el malestar que suscita entre sus filas la amenaza del presidente Donald Trump de imponer aranceles a México si ese país no actúa para frenar la inmigración ilegal.

“No apoyamos los aranceles y aún esperamos que puedan evitarse”, declaró McConnell en la víspera de una reunión en Washington entre representantes de ambos países.

La oposición es tal entre los republicanos que algunos se plantean una votación en el Congreso para bloquear esas medidas, según el The Washington Post.

El senador Ted Cruz de Texas, uno de los más conservadores en su partido y aliado de Trump en la búsqueda de acciones más fuertes en la frontera sur de su país, expresó su “profunda preocupación y resistencia a la imposición de aranceles con México, porque perjudicarán a los empleos estadounidenses.

Por su parte, Pat Toomey, senador moderado del estado de Pennsylvania, clave para la reelección de Trump el próximo año, habló de la posibilidad de bloquear la propuesta de Trump. “Espero que no lleguemos a eso y que no tengamos que tomar ese camino, pero veremos qué pasa si el presidente jala el gatillo”, dijo.