El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que estaba dispuesto a hablar con el presidente iraní Hassan Rouhani, pero que siempre había posibilidades de que Estados Unidos emprendiera acciones militares contra la República Islámica.
"Irán es un lugar que era extremadamente hostil cuando llegué a la presidencia", dijo Trump a la cadena de televisión británica ITV. "Eran una nación terrorista, número uno en el mundo en esa época, y probablemente lo sean hoy."
Cuando se le preguntó si creía que necesitaría tomar medidas militares, dijo: "Siempre hay chances. ¿Quiero hacerlo? No. Prefiero no hacerlo. Pero siempre hay una posibilidad".
Sin embargo, cuando fue consultado, dijo que estaba dispuesto a hablar con Rouhani: "Sí, por supuesto. Prefiero hablar".
Las relaciones entre Washington y Teherán se tensaron considerablemente desde hace un año, cuando Estados Unidos decidió retirarse unilateralmente del acuerdo internacional nuclear con Irán, negociado durante el gobierno del ex presidente Barack Obama, que según Trump no frenaba las ambiciones armamentísticas del régimen de Teherán.
A comienzos de mayo, Washington envió un número no especificado de B-52 a la base estadounidense en Qatar. También ordenó el traslado del USS Abraham Lincoln y su fuerza de ataque al golfo Pérsico. En ambos casos el Gobierno de Donald Trump citó una amenaza iraní que aún no ha especificado.
Trump insistió en que Washington no está buscando un conflicto con Teherán, a pesar del envío de bombarderos B-52 al Golfo.
"Quiero que sean fuertes y grandes, que tengan una gran economía (…) Podemos hacer un acuerdo justo", indicó, destacando que lo que su gobierno no quiere es que la República Islámica se dote de armas nucleares.
Irán es el rival regional de Arabia Saudita y de Emiratos Árabes Unidos, dos de los principales aliados de la Administración Trump en Medio Oriente.
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