Los padres de Marlen explicaron que no les importa que no condenen a las acusadas a pena de muerte, pero que "no tienen que andar fuera -de la cárcel-" (Video: Telemundo Chicago)
A un día de que se celebre la primera audiencia por el asesinato de Marlen Ochoa, pautada para este lunes 3 de junio, los padres de la víctima rompieron el silencio y hablaron por primera vez de las mujeres acusadas, Clarisa Figueroa, 46, y su hija, Desiree, 24 años.
"Esas mujeres no pueden salir (de la cárcel), no deben salir. Son unos demonios. No tienen que andar fuera. Es un peligro para la humanidad", dijo la madre de Marlen, Raquel Ochoa, en una entrevista en exclusiva con Telemundo Chicago.
Marlen Ochoa, una joven embarazada de 19 años, fue estrangulada el pasado 23 de abril. Las autoridades no encontraron su cuerpo hasta dos semanas más tarde, el 9 de mayo. La autopsia reveló que tras su muerte, sus agresores le realizaron un corte en la barriga para sacarle al bebé del vientre.
Dos mujeres fueron detenidas y acusadas por el asesinato: Clarisa Figueroa -una mujer obsesionada con ser madre de nuevo– y su hija Desirée, y según la jueza del condado de Cook, encargada del caso, "hay una grande presunción" de que ambas cometieron el "asesinato brutal y atroz" de Marlen.
En el estado de Illinois se abolió definitivamente la pena de muerte en 2011, pero a los padres de Marlen esto no les importa. Todos los indicios parecen confirmar que estas dos mujeres ahorcaron a Marlen y le arrancaron a su bebé del vientre, pero a pesar de ello no les desean la muerte, sino que sufran, al igual que están sufriendo ellos.
"Como cristianos sabemos que nadie tiene el derecho a arrebatarle la vida a nadie. Dios la da, y él sabe cuándo quitártela. Y yo pienso que esas mujeres, ni con su muerte pagan lo que le hicieron a mi niña. Ni con eso", apuntó Raquel Ochoa.
"Ellas tienen que estar ahí (en la cárcel) para que sufran. Ese va a ser su castigo. Ellas le quitaron el aliento a mi hija y van a perder sus derechos. Ni la muerte de ellas me aliviaría a mí lo que yo siento. Ni su muerte", sentenció la madre de la víctima.
Cuando el periodista de la cadena de noticias les preguntó si han pensado qué les dirán a las acusadas cuando las vean en el juicio, un largo silencio se apoderó de ambos.
"No te quiero mentir, es un coraje, una impotencia que se siente dentro. Pero, yo pienso que, yo no le diría nada. Pero sí le pediría a Dios, y le pido a Dios, que él haga justicia, que él se encargue de hacerle justicia", dijo finalmente Raquel.
En una conferencia el viernes por la tarde, la familia y el abogado que les representará durante el juicio, Frank Ávila, dieron una conferencia de prensa para explicar los últimos detalles de la demanda. También proporcionaron nueva información del estado del bebé, Yovani Yadiel López, que sufrió severas secuelas cerebrales cuando las asesinas lo sacaron del vientre de su madre, Marlen.
"Hay muchas preguntas que deben ser respondidas por parte de la policía. Y el hospital tuvo algo de culpa. Por eso no la encontraron", comenzó el letrado.
"No hicieron algo para ayudar más hasta que la noticia se hizo nacional. Simplemente me ignoraron", prosiguió Arnulfo Ochoa.
"Tenemos que corregir los errores", sentenció por último el abogado para condenar cómo procedió la policía durante el caso y el hecho de que el hospital no denunció a Clarisa Figueroa cuando se hizo pasar por la madre de un bebé que no era suyo.
Además, sobre el bebé aclararon que a sus 39 días, (-este domingo se cumplen 41 días desde su nacimiento-), ha demostrado ser un verdadero milagro. "Sigue en cuidados intensivos pero a veces respira sin la máquina", reveló la familia.