Las autoridades del estado de Nueva York, en Estados Unidos, planean atacar el problema del "texting", es decir, cuando la gente escribe mensajes en sus celulares, ilegalizando el acto en sus calles e incluso propondrían una multa a quien incumpla la norma.
El senador local neoyorkino John Liu introdujo el proyecto de ley esta semana, después de que el congresista Felix Ortiz fracasara en su búsqueda de formar un comité para respaldar legislación de este tipo el año pasado.
La propuesta prohibiría el "texting" mientras la gente camina por las bulliciosas calles neoyorkinas –en Estados Unidos ya existe una multa a quienes lo hacen mientras manejan– para evitar accidentes en algunos casos fatales.
Los dispositivos incluidos son todos aquellos teléfonos móviles, pero también asistentes digitales personales, laptops, juegos electrónicos o "cualquier artículo electrónico que se pueda usar para recibir, escribir, mandar o leer texto".
La proposición señala que en casos excepcionales, como cuando alguien quiere contactar un número de auxilio o emergencia, no aplicaría la prohibición.
Los que quedarían exentos de esta ley serían los agentes de policías, oficiales de tránsito, bomberos y vehículos de emergencia, siempre y cuando se encuentren realizando labores oficiales que correspondan con su trabajo.
“La ley no quiere prohibir que hables por el teléfono”, declaró el senador Liu al diario británico “The Guardian”. “Estamos hablando de usar los dispositivos para escribir mientras caminas. Puedes esperar cinco segundos en lo que pasas al otro lado (de la calle)”, añadió.
Sin embargo, la legislación podría llegar rápidamente a un punto muerto, ya que los antecedentes no favorecen a quienes proponen la ley. En California, del otro lado del país, los legisladores tuvieron que cancelar un plan para multar a aquellos peatones que utilizaran sus dispositivos para escribir mientras caminan.
La Comisión federal de comunicaciones (FCC por sus siglas en inglés) dictaminó en diciembre pasado que escribir mensajes de texto es un "servicio de información" y no un "servicio de telecomunicaciones", por lo que los estados tienen limitaciones para regular esa actividad.
La industria de telefonía de celular y grupos de interés han trabajado en conjunto para que este tipo de proyectos sean derrotados, ya sea en los tribunales o en los Congresos locales, ya que creen que desincentivar el uso de artículos de este tipo provocaría pérdidas millonarias cada año.