Contar o narrar una historia es una de las tradiciones más antiguas de los seres humanos, incluso antes de desarrollar un lenguaje escrito las milenarias pinturas en las cuevas indicaban que se buscaba contar algo a los demás, y sin embargo, el "chisme" es una de los actos peor vistos debido a su naturaleza: su veracidad casi nunca está confirmada y pueden ser muy dañinos para los protagonistas de los dichos.
Pero los expertos en el tema aseguran que chismear, o el acto de chismear, no es tan malo como parece. Un estudio publicado en la revista "Social Psychological and Personality Science" que concluyó que la mayoría de los chismes son "pláticas basura" y tiene un componente "neutral" parecería confirmar esta sentencia.
"De hecho descubrimos que la abrumadora mayoría de los chismes que se dicen son neutrales", le declaró una de las autoras del estudio, Megan Robbins, a la Radio Nacional Pública de los Estados Unidos (NPR por sus siglas en inglés).
La psicóloga de la Universidad de California en Riverside, que estudia cómo se relacionan las interacciones sociales de las personas con su salud y bienestar, aseguró que "unos tres cuartos de las conversaciones que escuchamos no tienen ni un carácter positivo ni negativo".
En el estudio, Robbins y sus colegas analizaron fragmentos de conversaciones de gente que aceptó usar un dispositivo de grabación entre dos y cinco días: la conclusión evidente es que a las personas les encanta hablar de otras personas.
"Compartimos toneladas y toneladas de información", explicó a NPR Jeremy Cone, psicólogo del Colegio Williams, que no estuvo involucrado en el estudio, pero que expresó "intriga" por los descubrimientos, en particular sobre la idea de que muchos de los chismes son más bien "mundanos".
"Muchas de las pláticas son solamente para documentar hechos y para compartir información", dijo Cone.
El estudio descubrió que hombres y mujeres tienden a "chismorrear" la misma cantidad de tiempo, y apenas cerca del 15% de los chismes incluía un comentario negativo, muy por debajo de lo que esperaban los psicólogos. Pero incluso este tipo de pláticas puede servir un propósito.
"El acto de chismear puede ser inteligente", dijo por su parte Elena Martinescu, investigadora posdoctoral en el King's College de Londres. "Permite que la gente se mantenga al tanto de lo que está pasando y para formar 'alianzas' con otros", destacó.
Sin embargo, Martinescu señaló que el chisme es un fenómeno complicado. A veces puede ser dañino y lastimar a personas. Pero los expertos dicen que, desde una perspectiva evolutiva, estamos ligados al chisme debido a que puede darnos información que nos sirva para protegernos a nosotros mismos.
"Cuando chismeas, puedes seguir hacer un seguimiento de quién está contribuyendo al grupo y quién está siendo egoísta", explicó Martinescu. "Al compartir información, puedes excluir a los miembros del grupo que son 'holgazanes sociales'", concluyó.