El 23 de abril, el día que la asesinaron, Marlen Ochoa Uriostegui fue atraída con engaños a través de Facebook por Clarisa Figueroa, de 46 años y Desiree, su hija de 24, la joven con ocho meses de embarazo fue distraída con un álbum fotográfico, mientras por detrás, la mujer mayor la tomó por sorpresa y comenzó a asfixiarla con un cable.
De inmediato la joven madre de 19 años intentó evitar que la ahorcaran y puso sus manos en el cuello, cuando Clarisa le gritó a Desiree "haz tu maldito trabajo". La mujer de 24 años comenzó a retirarle con fuerza uno a uno los dedos de Marlen de su cuello al tiempo que perdía el conocimiento al faltarle aire por la asfixia, lo que le provocó la muerte y que posteriormente le sacaran a su bebé del vientre y llamaran al 911 cuando no respiraba.
Ochoa Uriostegui estuvo consciente por cuatro o cinco minutos mientras que ambas, madre e hija, decían repetidamente "tiene que estar muerta" (para sacarle al bebé), dijeron los fiscales, citando una confesión de Desiree Figueroa.
Cuando mataron a su víctima, Clarisa le abrió el vientre y le sacó al bebé. "Clarisa tomó un cuchillo y cortó el vientre de la víctima de lado a lado para después remover el cordón umbilical, la placenta y el bebé del interior (…) después pusieron la placenta y al niño en una cubeta con el cordón umbilical colgando", detalló el fiscal.
El cuerpo de la joven hispana fue envuelto en una cobija y metido en una bolsa, luego desechado en un basurero en el patio trasero de la vivienda de las Figueroa.
Lo tenía todo planeado
Desde un año antes Clarisa les dijo a sus familiares que volvería a ser madre, incluso les mostró un ultrasonido, que en realidad había sacado de internet.
Desiree, hija de Clarisa, se sorprendió ya que su madre de 46 años ya no podía ser madre debido a que le habían ligado las trompas años atrás. Poco a poco le fue revelando su plan, fríamente le confesó que sería madre aunque tuviera que matar para conseguirlo, lo dijo de forma literal.
Acababa de morir su hijo de 20 años en un accidente y estaba devastada, había iniciado una nueva relación con Piotr Bobak, de 40 años, y su deseo más grande era ser mamá de nuevo. En su página de Facebook mostraba orgullosa a sus nietos, a quienes cuidaba desde que eran bebés recién nacidos.
Comenzó a añadir y suscribirse a páginas de artistas de muñecos recién nacidos, le causaban tanta ternura que quería uno, aunque llegó a pensar que uno de verdad sería la mejor opción, aunque no fuera de ella.
Cuatro meses atrás Desiree se embarazó y fue cuando Clarisa decidió que ya era hora y que debía tener un bebé para que ambas criaran juntas a sus hijos, es por eso que se suscribió a la página de Facebook de mamás y preguntó que quién daría a luz en mayo, quería celebrar el 10 de mayo ya con el bebé.
Fue ahí que engañó a Marlen diciéndole que le regalaría ropita de bebé para atraerla a su casa.
Una mujer que habló con la Policía, quien no quiso ser identificada, confirmó el deseo de Figueroa. Dijo que la acusada solía cuidar a su bebé hasta que empezó a actuar de manera extraña. "Ella me dijo que se estaba apegando mucho al bebé y que no podía esperar para ser madre de nuevo", aseguró la testigo.
Otra mujer que conocía a Clarisa y sabía que no podía tener bebés la cuestionó, ella contestó que en una operación de otro problema estomacal, sus trompas "se le habían desatado", la conocida se sorprendió y bromeó que demandara.
El fiscal estatal James Murphy reveló este viernes que, en efecto, Clarisa perdió el año pasado un hijo de 20 años. Las fotos que la mujer usaba en redes sociales, donde fingía que estaba esperando un bebé, muestran un cuarto preparado para recibir un niño y ese mismo nombre en la pared.
Clarisa se hizo pasar por la madre biológica en el hospital
Desde que llamaron a emergencias Clarisa se hizo pasar por su madre cuando el pequeño no respiraba, lo acompañó al hospital y se quedó ahí con él fingiendo todo el tiempo que era suyo.
Debido a la forma cruel que lo había arrancado del vientre de Marlen, el pequeño Yadiel Yovanni no respiró por varios minutos lo que le ocasionó muerte cerebral, en el hospital consideran que poco se puede hacer en su grave condición.
Al mismo tiempo, Clarisa y su novio iniciaron una campaña de GoFundMe para el funeral de quien dijo, era su bebé moribundo, reveló Sara Walker, una portavoz de la familia de Ochoa Uriostegui (López el apellido que también usaba por su esposo).
La policía no conectó la desaparición de la mujer y el 911 sobre el bebé hasta el 7 de mayo, cuando la familia de Marlen dirigieron a los detectives a su cuenta de redes sociales, lo que demostró que se había comunicado con Figueroa en un grupo de Facebook para futuras madres.
La policía luego realizó pruebas de ADN, que mostraron que Ochoa López y su esposo, Yiovanni López, eran en realidad sus padres, dijo Walker.
La familia está devastada y preparan los funerales de Marlen al tiempo que rezan por un milagro que salve la vida del pequeño.
Durante la presentación oficial de los cargos, la jueza del condado Cook Susana Ortiz les negó fianza a Clarisa, de 46 años, y Desiree Figueroa, de 24, las dos mujeres acusadas de asesinato, y les dijo que ella sentía que "es grande la presunción" de que ambas cometieron "un asesinato brutal y atroz", por lo que representan un peligro "real y presente" para la comunidad. La misma decisión aplicó para el novio de la madre, Piotr Bobak, de 40 años, acusado de ocultar el homicidio.