Las autoridades en Florida investigan cómo Heather Ann Lacey, quien desapareció hace casi seis años, terminó en un congelador que fue llevado a un depósito de metales reciclados e identificada gracias a sus huellas dactilares.
El macabro descubrimiento se realizó en un almacén de chatarra en Margate el 15 de marzo por la propietaria de la empresa, Lilian Argueta.
Los restos no hubieran sido descubiertos de no haber sido por la muerte de Jonathan Escarzaga, de 36 años. El cadáver en estado de descomposición de Escarzaga fue hallado en febrero en un apartamento cerca de allí, en el condado de Hollywood, Florida.
El administrador del apartamento contrató a la empresa de Argueta para que removiera el congelador y otros electrodomésticos. Argueta guardó las máquinas en un depósito, y abrió el congelador un mes después.
La policía de Hollywood dijo que Escarzaga era un mecánico de aviones. El forense no ha dicho cómo murió. La autopsia no detectó drogas en su cuerpo.
Cuando Lilian Argueta abrió un congelador vertical usado en su negocio de chatarra y vio el cuerpo de una mujer en el interior, estaba tan asustada que comenzó a gritar.
"Pensé que era una bruja o un maniquí", dijo Argueta a Sun-Sentinel. "Pensé: 'No puede ser una persona'. Pero había mal olor ".
Argueta, de 55 años, comenzó a llorar el viernes cuando describió en español cómo encontró el cuerpo de Heather Anne Lacey en el congelador una noche de marzo, en la bodega de su almacén, en Northwest Eighth Street.
La mujer que la encontró se sorprendió al saber que Lacey era rubia cuando estaba viva, y señaló que el cuerpo que vio estaba encogido, con la piel oscurecida, como si fuera una momia.
Dentro del ataúd improvisado, la cara de Lacey quedó de lado, tenía los brazos levantados como si sus manos estuvieran empujando contra la puerta del congelador, sus piernas estaban comprimidas hacia la parte superior de su cuerpo en el pequeño espacio, dijeron.
Argueta expresó: "Me siento mal. Ella era una mujer, y algo malo le pasó".
Una madre divorciada con varios problemas
El último contacto de la familia de Lacey con ella fue en el otoño de 2013; su último post en las redes sociales fue en noviembre de ese año.
"Mi papá hablaba con ella todos los días, hasta el Día de Acción de Gracias", dijo Amber Lacey, la hermana menor de Heather. "Necesitaba ese teléfono para negocios, y cuando estaba desconectado, sabía que algo estaba mal".
Lacey fue criada por sus padres en Pembroke Pines, asistió a Chaminade-Madonna, una preparatoria católica en Hollywood, y durante algunos años, a la Universidad Internacional de Florida, en Miami, contó su familia.
La mayor de tres hermanas estaba divorciada y era madre de dos hijos.
Amber dice que su hermana asistió a la universidad, pero se fue cuando quedó embarazada.
Aunque Lacey era muy brillante y tenía buenas calificaciones, los familiares relataron que después de que tuvo una cesárea durante el nacimiento de uno de sus hijos, los dolores crónicos fueron tan fuertes que comenzó a usar analgésicos, así como, también, cocaína y otros narcóticos.
A partir de 2006, cuando tenía 23 años, Lacey empenzó a acumular arrestos en los condados de Miami-Dade y Broward por delitos no violentos de posesión de drogas y prostitución. Ella cumplió un año y un día en la prisión estatal por falsificar un cheque y confesar el robo.
"Era una chica muy inteligente y tenía muchas cosas a su favor, pero, desafortunadamente, su caída fue por consumir drogas y ser adicta", expresó Patti Palumbo, la madre de Lacey. "La puso en un lugar que nos llevó hasta aquí".
Para su trabajo sexual, Heather Lacey caminaba por Federal Highway en Hallandale Beach, Hollywood y Dania Beach, condados de Florida, según su hermana y la policía.
Cuando Lacey estaba sobria, pudo mantener trabajos sencillos, como trabajar en un centro de llamadas, dijo su familia.
En diciembre de 2013, Randell Lacey presentó un informe de personas desaparecidas para su hija en la Oficina del Alguacil de Broward, y le dijo a los agentes que su hija vivía en las calles y que era bipolar, según el informe.
Amber Lacey (hermana de Heather) contó que cuando ella y su padre comenzaron su búsqueda durante los meses posteriores a su desaparición, los trabajadores de mantenimiento de los moteles de Hallandale Beach les dijeron que creían que algo le había sucedido, ya que no la habían visto. En los vecindarios donde Heather iba a comprar drogas, los vendedores los alentaron a irse.
A pesar de su adicción, la familia de Heather se mantenía en contacto, incluso era cercana a sus hijos y no dejaba de llamarlos, ellos vivían con otros familiares.
"(Cuando Lacey desapareció), nos dimos cuenta enseguida", dijo Palumbo. "Para el Día de Acción de Gracias y Navidad, ella no había llamado, así no era ella" .
La incógnita de los dos cadáveres
Jonathan Escarzaga, de 36 años, fue visto por última vez con vida alrededor del 10 de febrero y fue encontrado muerto una semana después, en su apartamento.
La queja de un vecino por un olor fétido llevó a los bomberos de Hollywood al apartamento de Escarzaga ubicado en la calle 1500 de Polk Street el 17 de febrero. Su cuerpo estaba dentro y había comenzado a descomponerse, según un informe del médico forense del condado de Broward.
Escarzaga era un mecánico de aviones independiente que tenía un tatuaje que decía "No me arrepiento" en su brazo izquierdo.
Después de que la policía investigó dentro del apartamento de Escarzaga, el administrador del edificio contrató a una empresa de restauración de electrodomésticos de Margate para que retirara todos los electrodomésticos, incluido un viejo congelador vertical.
La compañía llevó el congelador a su almacén de Margate, dijo el gerente del edificio. Luego terminó en la compañía de chatarra de Lilian Argueta y de su esposo Pedro Rodríguez, que está cerca de allí.
Un mes después de la muerte de Escarzaga, se abrió el congelador y se encontró el cuerpo de Lacey.
La policía no ha dicho si Escarzaga conocía a Lacey, o qué papel, si es el caso, pudo haber tenido en su muerte. La familia de Lacey expresó que no conocían a Escarzaga.